Somos pacifistas pero no masoquistas
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En su informe, al cual tuvo acceso este reportero, la señora Amaya señala, que desde el 18 de octubre del pasado año su domicilio ha sido asediado por las llamadas Brigadas de Respuesta Rápidas en ocho ocasiones, cuyos integrantes se han dedicado a insultarla con palabras obscenas por medio de altavoces empleados a altos decibeles y a golpear a personas que la visitan, incluso a familiares en horas del día y de la noche.
“Estas turbas paralizan el transito de vehículos y registran a las personas, perturban a ciudadanos enfermos y a niños con sus griterías”, indica Amaya en el escrito.
“Poseo nombres y apellidos de algunas de las personas que más se destacan en violar el orden y la seguridad ciudadana”, enfatiza la también activista de derechos humanos.
Agrega la señora Amaya que los integrantes de dichas turbas dictan el orden que ellos quieren y escandalizan, amenazan y crean un verdadero clima de terror entre los vecinos, los cuales se ven obligados a marcharse de sus casas al no poder soportar lo que califica de desmanes.
“Sepa usted que soy una anciana de 78 años, enferma, que sólo con la firmeza de mis ideas he podido sobrevivir a tantos ultrajes y humillaciones. ¿Cómo es posible que la autoridad sea suplantada por esos grupos de gamberros? ¿A caso es cierto que ellos están autorizados a actuar con total impunidad?, ¿por qué usted permite esas fechorías? Debo decirle señor oficial, que tanto mi familia como yo somos pacifistas pero no masoquistas. Como bien usted conoce, todo tiene un límite. Exijo respeto y tolerancia”, manifiesta la opositora.
La activista concluye su denuncia expresando: “quizás mi manera de pensar y opinar no les agrada pero ese derecho me lo otorga la Carta Universal de Derechos Humanos”.
Gloria Amaya González reside en calle 22 #1910 e/ 19 y 21, Pedro Betancourt, Matanzas. Otro de sus hijos, el ex prisionero de conciencia Miguel Sigler Amaya, vive exiliado desde el pasado año en Nueva Jersey, Estados Unidos, junto a su esposa e hijos.
Ya No Mas : Somos pacifistas pero no masoquistas