lunedì, giugno 19, 2006

Misiones de una guerra asimetrica - LA NUEVA CUBA

Política exterior venezolana apuesta por internacionalizar programas sociales

MISIONES DE UNA GUERRA ASIMETRICA


Congreso Bolivariano de los Pueblos
impulsa expansión de ayuda humanitaria
"La internacionalización de las misiones representa
la dimensión social de la integración,
que incluye la visión del humanitarismo.
No buscamos exportar modelos de gestión,
Venezuela respeta la soberanía"

Pavel Rondon, vicecanciller venezolano

Por Pedro Pablo Peñaloza
El Universal
Venezuela

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Antonio Tang Báez
Jefe de Buró
Canadá
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Junio 19, 2006




El 21 de agosto de 2005, el presidente Hugo Chávez entregó 150 viviendas a familias damnificadas. De nuevo, se festejaba otra victoria popular. En Cuba, por supuesto.
Durante la emisión 231 de su programa dominical, transmitido desde la provincia Pinar del Río, el jefe de Estado venezolano repartió casas entre las víctimas del huracán Iván. Sin embargo, la generosidad del líder bolivariano alcanzó ese domingo grados superlativos. Junto a su homólogo de la isla, Fidel Castro, y teniendo como testigo de excepción al dirigente salvadoreño, Shafick Handal, Chávez lanzó el Compromiso Sandino y el proceso de internacionalización de las misiones sociales.

El pacto suscrito por los mandatarios de Caracas y La Habana fija metas concretas: Operar cada año a 600 mil americanos y caribeños con patologías de la vista, a través de la Misión Milagro; y formar a 600 mil médicos latinoamericanos. Todo esto en la década comprendida entre 2006 y 2016. La nueva directriz de Miraflores generó la aparición de la Comisión Presidencial para la Internacionalización de las Misiones, constituida por diversos ministerios e instituciones gubernamentales, y una Comisión de Enlace para la Internacionalización de las Misiones Sociales (Ceims), guiada desde la Cancillería. Del 23 al 29 de noviembre de 2005, la Ceims convocó en Caracas a los embajadores y encargados de negocios de Venezuela en 18 países del Continente, para dictar talleres de inducción sobre el despliegue de la Misión Milagro en la región y aclarar los "detalles logísticos". Además de los diplomáticos, funcionarios de las carteras de Relaciones Exteriores, Salud y Desarrollo Social, y Turismo disertaron en estas jornadas, que contaron con un par de invitados especiales: Fernando Bossi y Mónica Saiz, miembros de la Secretaría de Organización del Congreso Bolivariano de los Pueblos (CBP).

El vicecanciller para América Latina y el Caribe, Pavel Rondón, quien participó en la cita, cuenta que a sus subalternos les explicaron aspectos legales para avanzar en la captación de pacientes, respetando los trámites y las normas que establecen los gobiernos del hemisferio. "Nuestras embajadas tienen que recolectar la información, hacer las listas de los beneficiados, acompañar a los grupos que se trasladan hasta territorio nacional para las intervenciones quirúrgicas y realizar el trabajo en coordinación con la Ceims", indica Rondón.

La idea original contempla que los consulados reciban los informes médicos y las peticiones de los interesados que, entre otros recaudos, deben consignar su documento de identidad y una "carta de solicitud dirigida al ciudadano Presidente de la República Bolivariana de Venezuela".

Rondón afirma que la convocatoria está abierta para todos, sin distingos de ninguna especie. "No atendemos criterios ideológicos, es una ayuda incondicional".


Unidad alada

En la memoria y cuenta de la Cancillería, que reposa en la Asamblea Nacional, se destaca que gracias a la internacionalización de la Misión Milagro ya se "han operado" 600 mil personas. Sin embargo, ese dato es inexacto. El balance oficial de la Ceims, que parte desde octubre de 2005 hasta el 23 de mayo de 2006, concluye que en ese lapso sólo 17 mil 473 habitantes de la región han sido atentidos por este programa social. De ese total, 14.782 son venezolanos y el resto proviene del exterior.

Aunque evitan precisar el monto de la inversión que este plan requiere, se sabe que el mayor peso del esfuerzo recae sobre Petróleos de Venezuela y el Ministerio de Infraestructura. En siete meses, la línea aérea Conviasa, adscrita a Minfra, transportó a 2074 pasajeros (1874 pacientes y 200 acompañantes). De los 22 vuelos registrados, nueve tuvieron como destino a Ecuador, donde la aerolínea bandera de Venezuela no presta servicio comercial. Como referencia, se puede recordar que un pasaje ida y vuelta a Bogotá en Conviasa cuesta 558 mil bolívares, con impuestos.


Para verte mejor

En la búsqueda de pacientes para ser tratados por la Misión Milagro Internacional adquieren un gran protagonismo los movimientos sociales de la región y las alcaldías, admite el viceministro Rondón. Esa es, precisamente, la esfera de influencia del Congreso Bolivariano de los Pueblos. "Ellos nos apoyan, establecen vínculos con los grupos sociales, promueven y estimulan las misiones. Esas organizaciones sociales que nos ayudan a captar a los pacientes forman parte, a su vez, del CBP", subraya el funcionario.

Los gobiernos municipales han sido útiles para penetrar en Nicaragua y El Salvador, donde el Frente Sandinista de Liberación Nacional y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), respectivamente, dominan 70% de las localidades. Estos colectivos centroamericanos también conforman el CBP.

El analista Alberto Garrido prefiere definir al Congreso Bolivariano de los Pueblos como la "Internacional Bolivariana, una estrategia de toma del poder continental, respetando las peculiaridades de las luchas de cada pueblo".

Luego de una reunión desarrollada en San Pablo, Brasil, en octubre de 2003, el CBP creó una Secretaría Política encabezada por los sandinistas, el FMLN, el MAS del boliviano Evo Morales, el Pachacutik de Ecuador, los piqueteros de Argentina, el Movimiento Sin Tierra brasileño y los círculos bolivarianos de Venezuela. Alrededor de un programa común, que rechaza el Plan Colombia, el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y el Plan Puebla-Panamá, Hugo Chávez se ubica al frente de este conglomerado de fuerzas populares.

El robustecimiento de esta instancia de dirección, consolidada a finales de 2004, dejó al argentino Fernando Bossi en el control de las tareas de organización y propaganda; mientras el CBP expulsó de su seno a las agrupaciones que ejecutan la lucha guerrillera.

Garrido observa que "la conducción se maneja con un concepto puntual de carácter estratégico, asumen que se debe tomar el poder para ir hacia el socialismo mediante dos vías: la electoral y los movimientos de presión de calle".

Dentro de este razonamiento, el CBP acumula presencia en las bases, el poder de Estado lo encarnan Cuba, Venezuela y Bolivia, y estas últimas dos naciones aportan el brazo energético de la alianza.

¿Dónde caben aquí las misiones sociales? "La Habana aporta su experiencia, fundamentalmente en educación y salud. Aquí se ha hablado de una guerra asimétrica, de resistencia. En esa confrontación _argumenta Garrido_ potencias tus asimetrías positivas y actúas sobre las negativas del enemigo. Ahora lo estratégico va sobre los pueblos, no sobre los gobiernos".



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