giovedì, giugno 22, 2006

La dictadura castrista no permitirá entrar en Cuba a la representante de la ONU para los Derechos Humanos - Libertad Digital

COMO SIEMPRE CULPA A EEUU
La dictadura castrista no permitirá entrar en Cuba a la representante de la ONU para los Derechos Humanos
Fidel Castro.
El régimen de Fidel Castro no cooperará, una vez más, con la representante especial del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos para ese país, Christine Chanet, ni permitirá que visite la isla en cumplimiento de su misión, dijo este el ministro castrista de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque. "No aceptaremos que visite Cuba porque no reconocemos ese mandato", dijo el responsable de la diplomacia castrista en una conferencia de prensa en Ginebra, donde participa en la primera sesión del Consejo de Derechos Humanos (CDH) de Naciones Unidas, de la que, paradójicamente es miembro, pese a ser uno de los países donde más violaciones de los Derechos Humanos se producen.
L D (EFE) La explicación de Pérez Roque es que el mandato de Chanet fue creado por una resolución promovida por Estados Unidos y es fruto de "la manipulación de los derechos humanos en contra de Cuba". "La señora Chanet puede ir (a Cuba) como turista, pero no como representante del Alto Comisionado. Sabemos que es una destacada jurista y no tenemos nada personal contra ella, pero es una figura con un alto nivel de politización", sostuvo Pérez Roque. "Más bien debió ser nombrada para Guantánamo, que es el único lugar en Cuba donde se cometen violaciones sistemáticas y masivas de los derechos humanos", agregó el canciller castrista.

Pérez Roque aseguró que si en el nuevo Consejo no se presentan resoluciones condenatorias contra la dictadura –como ocurría cada año en la antigua Comisión de Derechos Humanos– "y cesa la manipulación, el camino estará libre para que Cuba dé nuevos pasos". "Cuba reitera su compromiso de cooperar y de dar el ejemplo, pero con los mecanismos (relatores) que no tengan carácter selectivo ni discriminatorio", precisó.

Sobre la ausencia de EEUU del CDH, a cuya creación se opuso por no cumplir con los mínimos requerimientos democráticos que exigía, prueba de ello es la presencia del régimen de Castro, Pérez Roque consideró que eso permitirá "que sea un año de paz", durante el que se podrá trabajar "sin su perturbadora influencia". Washington se abstuvo de presentar su candidatura al nuevo órgano, integrado por 47 países, pero ha adelantado su interés de postular por un asiento el próximo año, cuando se renovará un tercio de sus miembros.

Por otra parte, el ministro castrista dijo que esperaba que la Unión Europea (UE) "rectifique su actitud" y que apoye la reclamación de su Gobierno para cerrar la base naval estadounidense de Guantánamo. "Considero que el Consejo no podrá evadir este tema por su gravedad", señaló, tras afirmar que el año pasado "la UE dio el tiro de gracia a la (desaparecida) Comisión al rechazar la resolución presentada por Cuba para investigar la situación en Guantánamo". Él fue más allá y dijo que "Estados Unidos debe devolver a Cuba ese territorio de 117 kilómetros cuadrados, una de las mejores bahías de Cuba, y que ocupa por más de cien años contra nuestra voluntad".

Explicó que se trata de una presencia "impuesta al Gobierno cubano por un tratado que dice que sólo puede quedar sin efecto con el acuerdo de las dos partes, de modo que no hay límites", a la presencia estadounidense. El ministro cubano recordó que cada año Washington entrega 4.000 dólares por el "alquiler de ese territorio", suma que las autoridades de su país no hacen efectiva y reservan "porque un día la presentaremos en un museo, cuando volvamos a izar nuestra bandera" en Guantánamo.

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