| | La Sección de Intereses estadounidense en La Habana colocó mensajes en favor de la libertad en sus pantallas informativas mientras Castro, hablaba al inicio de la movilización convocada hoy contra EEUU. ''A los que quieran estar aquí respetamos su protesta a los que no quieren estar aquí disculpen la molestia'', rezaba el primer mensaje transmitido desde la sede diplomática estadounidense en La Habana, a pocos metros del lugar donde Castro pronunciaba su discurso, quien incluso mencionó el hecho en su discurso. ''¡Ya encendieron el cartelito ¡, ¡qué valientes son las cucarachas!'', dijo rodeado de una multitud. En las pantallas de la sección de intereses la transmisión continuó con una información sobre la autorización de EEUU al equipo cubano para participar en el clásico mundial de béisbol, el estreno del gabinete del boliviano Evo Morales y el triunfo de los conservadores en Canadá. ''Lea lo que quiera, diga lo que piensa, haga lo que le parezca correcto'', proyectó la Sección de Intereses antes de una cita de Abraham Lincoln: ''ningún hombre es lo suficientemente bueno para gobernar a otros sin su consentimiento''. ''Yo quiero libertad para la plena expresión de mi personalidad'', de Mahatma Gandhi, y ''La fe profunda elimina el miedo. Sólo en sociedades totalitarias hablan solos los gobiernos sin escuchar al pueblo'', del ex presidente polaco Lech Walesa, antecedieron a la última frase: ''si es una batalla de ideas por qué no pueden discrepar con su gobierno''. Castro, que usualmente encabeza este tipo de manifestaciones masivas contra EEUU, no marchó hoy sino que se dirigió a los cientos de miles de manifestantes desde un podio instalado junto a la estatua del héroe nacional José Martí, a pocos metros de la sede diplomática norteamericana. Una vez más insistieron en acusar al gobierno de George Bush de satisfacer a la ''mafia terrorista'' cubano-americana y de planear liberar al anticastrista Luis Posada Carriles. Este ex agente de la CIA, acusado de múltiples actos terroristas por La Habana, está detenido en Estados Unidos por entrada ilegal al país y su situación legal podría decidirse hoy. Castro reiteró que Washington quiere forzar la ruptura con Cuba y afirmó que ''las groseras provocaciones que se vienen realizando desde la Oficina de Intereses en La Habana no tienen ni pueden tener otro propósito''. Al término de su breve intervención, observó la marcha desde la sala de protocolo instalada en el sótano de la Tribuna Antiimperialista, conocida popularmente como ''manifestódromo''. Tras el discurso, una multitud encabezada por altos cargos del gobierno, como Carlos Lage, del Partido Comunista de Cuba, el Ejército y las organizaciones de masas comenzó a movilizarse frente a la Sección de Intereses. El dirigente sandinista nicaragüense Daniel Ortega y el niño balsero Elián González se situaron también en primera línea de la marcha. Cientos de miles de personas vestidas con camisetas rojas desfilaron como una ''marea roja'' frente a la sede diplomática estadounidense mientras un grupo de jóvenes lanzaban arengas revolucionarias y animaban a la población a marchar contra el imperio. Grandes carteles contra el presidente de EEUU y Posada Carriles fueron instalados en el Malecón y distribuidos entre los manifestantes, que corearon consignas como ''Bush, fascista, golpea al terrorista'', ''con la verdad, Cuba triunfará'', ''abajo los cartelitos, abajo los lumínicos'' y ''pá lo que sea Fidel, pá lo que sea''. |