domenica, febbraio 05, 2006

CUBANOLOGOS RECREARON UN POSIBLE ESCENARIO TRAS LA MUERTE DEL DICTADOR

CUBANOLOGOS ESTIMAN QUE CASTRO MORIRIA EN DOS AÑOS AQUEJADO DEL MAL DE PARKINSON Y RECREARON UN POSIBLE ESCENARIO TRAS LA MUERTE DEL DICTADOR




EFE
Infobae
Argentina
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Francisco Díaz
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Febrero 5, 2006



Varios académicos de la Universidad de Miami (UM) representaron como actores uno de los posibles escenarios de una Cuba sin el dictador Fidel Castro, en la que el castrismo, con Raúl Castro a la cabeza, continúa al mando.

"Habrá una sucesión y no una transición en Cuba. Este es uno de los posibles escenarios, no el único, pero es el que nosotros creemos como más probable", dijo a EFE Jaime Suchlicki, director del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la UM.

Suchlicki interpretó al general Julio Casas Regueiro, Presidente de la Junta de Directores de Gaesa, mega-corporación en control de altos oficiales del ejército cubano que ya controla más del 85% de las entradas en moneda convertible del estado cubano, en la dramatización presentada el viernes por la noche en Miami.

La transición es poco probable al menos en el corto plazo, opinó Suchlicki, quien consideró que inmediatamente después de que Castro no esté al frente del poder por "unos meses, uno año, dos años, el sistema va a continuar".

En la simulación académica "Cuba sin Fidel Castro" son las seis de la mañana del 14 de febrero de 2008 y los cubanos se despiertan con la noticia de que Castro ha fallecido por complicaciones de la enfermedad de Parkinson, después de gobernar Cuba durante casi cincuenta años.

Miami estalla en alegría y los asilados creen que finalmente llegó el tan ansiado momento de la transición, pero ¿en la isla caribeña se vive el mismo ambiente?

No, realmente no. La población permanece en calma y Raúl Castro, hermano de Fidel, convoca a prominentes miembros del politburó del Partido Comunista para discutir el futuro inmediato de Cuba y cómo asegurar la planeada sucesión de gobierno.

La dramatización es un análisis, según Suchlicki, de cómo Raúl Castro, primer vicepresidente y ministro de Defensa de Cuba, podrá mantener el poder en el momento en que su hermano desaparezca, con el apoyo de instituciones militares e integrantes del Partido Comunista.

"Hay gente aquí (en Miami) que cree que el día que muera Fidel aquello se acaba, pero ese es un escenario de poca probabilidad", reiteró el académico.

Un exiliado cubano, que trabajo como chófer de taxi, al enterarse del posible escenario planteado en la presentación académica, lo desdeñó totalmente. "No, ahí viene una democracia", dijo.

"Ellos (miembros del gobierno cubano), saben que tienen que abrirse porque ahí no hay una economía, no hay nada. Y Raúl no tiene el carácter ni el carisma de su hermano como líder mundial. A él no lo conoce nadie fuera de La Habana y lo militares no lo respetan", dijo a EFE.

Durante la presentación, el personaje de Raúl Castro, personificado por Brian Latell, quien trabajó durante veinte años en la Agencia Central de Inteligencia (CIA), izó la bandera de la Revolución de Fidel y juró mantenerla en alto.

"Como de hecho dijo Fidel en muchas ocasiones, la Revolución nunca será derrotada, pero como nos advirtió, si llegamos a perder nuestro espíritu revolucionario nos derrotaremos nosotros mismos.

Yo no dejaré que eso suceda", advirtió en la reunión con otros miembros del Partido Comunista.

"En este momento es importante que el pueblo cubano y la comunidad mundial entienda que la Revolución de Fidel sigue adelante", subrayó.

Para asegurar que la situación interna del país no se desborde, Raúl decreta un estado de emergencia y la seguridad está a cargo del general Abelardo Colome Ibarra, ministro del Interior, interpretado por José Ramón Ponce, precisamente ex asesor de ese funcionario.

"Todo el país está en alerta ante cualquier eventualidad. El personal está situado en sus posiciones en la calle, en centros de producción, embajadas y otros lugares. Ante cualquier tipo de disturbio e indisciplina social, operarán inmediatamente", informa el militar en la reunión.

Entre los miembros del fingido Politburó estuvieron Alcibíades Hidalgo, ex integrante del Partido Comunista y ex asesor de Raúl Castro, quien interpretó a José Ramón Machado, un alto dirigente de esa organización política.

Domingo Amuchastegui, ex oficial de Inteligencia de Cuba, personificó a Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional de la isla, y Eric, coordinador de ayuda humanitaria del proyecto Transición de Cuba, a Carlos Lage, vicepresidente cubano.


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