Una puesta del sol en esa atalaya frente al océano Atlántico es saber que el paraíso existe. Y las cárceles también.
Sobre esa bahía de quimeras, un pueblo ansía volverse garza y volar, al ser el paseo habanero igual a las estrofas de Homero Manzi: “Nostalgia de las cosas que han pasado, / arena que la vida se llevó, / pesadumbres que han cambiado / y amargura del sueño que murió”.
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