"El voto de mañana es crucial", dijo el director ejecutivo del HRW, Hillel Neuer, que consideró que "la legitimidad del nuevo Consejo se basará en la credibilidad de sus estados miembros fundadores".
Neuer, mediante un comunicado de prensa difundido en Ginebra, indicó que "algunos de los más conocidos y sistemáticos violadores de los derechos humanos, como China, Cuba, Rusia, Arabia Saudí y hasta Irán, que deniega el Holocausto, podrían ser electos".
"Si ello ocurriera, sería la peor de las señales de que el Consejo no será más que la antigua Comisión, pero con otro nombre", señaló el responsable de la ONG en referencia a la extinta Comisión de Derechos Humanos, muy polémica por haber caído en una excesiva politización.
La pasada semana esa organización alertó de que a las elecciones para designar los 47 miembros del nuevo CDH, que tendrá su sede en Ginebra, se habían presentado "28 países que pueden ser descritos como violadores de los derechos humanos y que no cumplen los requisitos para sentarse en el Consejo".
Uno de los requisitos aprobados por los países para formar parte de ese órgano de Naciones Unidas es que los socios que se sienten en él, sean un verdadero ejemplo para los demás, ya que no sólo tienen que cumplir estrictamente esos derechos, sino también promocionarlos.
"China, Cuba, Irán, Rusia y Arabia Saudí se han singularizado como amenazas particulares para el nuevo" Consejo, consideró la ONG.
Hasta hoy un total de 68 estados han presentado sus candidaturas para ocupar un lugar en el nuevo Consejo, que tendrá 47 puestos y que estarán repartidos por regiones.
Según la ONG, los candidatos que pasarían el listón establecido por Naciones Unidas para acceder a un puesto del Consejo serían 29, entre los que figuran los latinoamericanos Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Perú y Uruguay.
Los restantes en ese grupo serían Alemania, Albania, Canadá, República Checa, Finlandia, Francia, Georgia, Grecia, Hungría, Japón, Letonia, Lituania, Holanda, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovenia, Suiza, Ucrania y el Reino Unido.
Para Human Rights Watch, otros países podrían sentarse siempre que se comprometan a "no oponerse a las resoluciones a favor de las víctimas en Darfur y otras partes del mundo", y en ellos incluye a Brasil, Gana, India, Jordania, Mali, Mauricio, Senegal, Sudáfrica, Corea del Sur, Tanzania y Zambia.
Las candidaturas que deberían ser rechazadas, según la ONG, son las planteadas por Argel, Angola, Armenia, Azerbaiyán, Bahrain, Bangladesh, Camerún, China, Cuba, Yibuti, Gabón, Indonesia, Irán, Irak, Kenya, Kirguizistán, Líbano, Malasia, Marruecos, Nigeria, Pakistán, Filipinas, Rusia, Arabia Saudi, Sri Lanka, Tailandia, Túnez y Venezuela.