El control de la energía en Bolivía
Venezuela y Cuba se movilizan en Bolivia
La oposición y la sociedad civil bolivianas denuncian la creciente influencia y presencia extranjeras
Desde que Evo Morales asumió la presidencia de Bolivia, el 23 de enero pasado, la influencia de Cuba y Venezuela se hace cada más notable tanto en la política de La Paz como en la vida diaria del país. La presencia extranjera se extiende desde el entorno del presidente, con distintos tipos de asesores, hasta las zonas rurales, donde se multiplica la presencia de médicos y maestros. El creciente papel de Caracas y La Habana en el devenir de Bolivia comienza a crear un serio malestar, tanto de la oposición política como de distintos sectores de la sociedad, temerosos de que la hermandad de Morales, Chávez y Castro tenga sobre todo un trasfondo de intereses sobre la industria de hidrocarburos boliviana.
JORGE MARIRRODRIGA - La Paz
El Pais (España)
El pasado domingo, tras aterrizar procedente de La Habana, donde firmó con el cubano Fidel Castro y el venezolano Hugo Chávez el Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP), Evo Morales se dirigió al Palacio de Gobierno en La Paz y permaneció trabajando hasta la una de la madrugada. A las cinco se reunía con sus ministros y tras finalizar el Consejo, en vez de quedarse en la capital boliviana para las celebraciones del 1º de Mayo, el presidente se trasladó al campo petrolífero de San Alberto, en Tarija, al sur del país. "Ha llegado el día D", adelantaba el ministro de Trabajo, Alex Gálvez. Momentos después, rodeado de militares, Morales firmaba el "decreto supremo" de nacionalización de los hidrocarburos. A su regreso a La Paz miles de personas se congregaban en la Plaza Murillo para vitorear al mandatario enarbolando banderas indígenas y bolivianas, pero también venezolanas y cubanas.
Apenas 48 horas más tarde Chávez llegaba a La Paz para apoyar la decisión. Y es que desde que Morales asumió la presidencia del país, el pasado 23 de enero, la presencia visible de Venezuela, y más discreta de Cuba, han ido in crescendo, tanto que empresarios, políticos e intelectuales bolivianos advierten de la excesiva influencia de los nuevos aliados de Morales.
"No ha habido ningún asesor extranjero en la decisión, el decreto lo han elaborado el presidente y cinco expertos y han trabajado en él durante dos meses", aseguraba el viernes el vicepresidente, Álvaro García Linera. "Esta nacionalización es un tema de ideología, Morales está rodeado de asesores venezolanos y cubanos", acusa Gabriel Dabdoub, presidente de la poderosa Cámara de Comercio de Santa Cruz (CAINCO), la provincia más rica del país y cuyas aspiraciones autonomistas chocan con los proyectos de Morales. "Lo lógico hubiera sido esperar a la Asamblea Constituyente
[que se elige el próximo 2 de julio], pero se ha adelantado por dos razones: la popularidad de Morales estaba bajando, con 12 puntos perdidos en abril, y Chávez tiene una carta más para presentar su apoyo en Perú a Ollanta Humala", añade.
Las compañías petroleras extranjeras serán auditadas mientras se negocian los nuevos contratos. "Los auditores son venezolanos. ¿Cómo van a ser juez y parte?", se pregunta el senador Tito Hoz de Vila, quien fuera ministro de Educación con Hugo Bánzer (1997-2002). El Financial Times informó esta semana de que el viceministro de Hidrocarburos de Venezuela, Bernard Mommer, prestará sobre el terreno asesoramiento a los auditores, una circunstancia que Morales se ha limitado a decir que desconoce. Chávez no llegó solo a La Paz. Le acompañaban 30 técnicos de la estatal Petróleos de Venezuela, SA (PDVSA), que se unen al grupo de expertos que desde el pasado febrero han ido llegando al país para, al margen de las petroleras extranjeras que operan en Bolivia, formar trabajadores en el funcionamiento de las plantas.
El próximo día 18 el mandatario venezolano volverá a Bolivia para firmar un acuerdo estratégico entre PDVSA y la boliviana Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), empresa que, según el decreto de nacionalización, controla desde el pasado lunes toda la extracción, transformación, transporte y distribución de los hidrocarburos bolivianos. El acuerdo incluye la construcción por parte de Venezuela de una planta de separación de líquidos de gas en el Chaparé (al este de La Paz) a cambio de la cual Bolivia pagará con soja, la misma que no podrá vender a Colombia después de que Bogotá firme, previsiblemente antes de fin de año, un Tratado de Libre Comercio con EE UU. Morales ha optado por estrechar las relaciones comerciales con Venezuela y firmar junto a Cuba el TCP. "El TCP es un tratado entre pobres que va contra la lógica", advierte Gary Rodríguez, director general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior, quien apunta a que Venezuela no está entre los cuatro mercados más importantes para Bolivia. Las exportaciones bolivianas a Cuba en 2005 apenas superaron los 5.000 dólares. "No podemos subordinarnos a políticas extranjeras, se ha criticado mucho al imperio y ahora sí que podemos terminar como satélite de una nación extranjera", opina.
En los últimos meses, Bolivia ha adquirido el 5% de las acciones de Telesur, el proyecto de Chávez para contrarrestar al servicio en español de la estadounidense CNN que ahora se ve en todo el país. Ingenieros y empresas venezolanas participan en la planificación y construcción de nuevas rutas en Bolivia. Además, Caracas ha facilitado la tecnología y fondos para que Morales cumpla su promesa de dotar de documentos de identidad a las poblaciones rurales del país. La opositora Unidad Nacional ha pedido la supervisión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en este último caso ante el temor de que se produzca un fraude en las votaciones del próximo 2 de julio. El líder del también opositor Juntos Podemos, Fernando Messner, ha recordado que en Venezuela se han producido procesos similares de entrega de carnets, previamente a votaciones rechazadas luego por la oposición.
"Hay otras cosas muy curiosas. En el artículo tres de un acuerdo sobre becas de educación firmado con Venezuela se establece que los métodos de identificación de las personas que participen en el programa seguirán las pautas del Ministerio del Interior venezolano", asegura Hoz de Vila, quien preside la Comisión de desarrollo social del Senado.
La prensa boliviana refleja casi a diario el malestar creciente por el aquí llamado "tutelaje" de Chávez sobre Morales. "Chávez, con un paternalismo conmovedor -que no llega a despejar las dudas que provoca en otros ámbitos-, se ha metido en el bolsillo a Morales", destaca en su editorial de ayer el diario El Deber. "Los encuentros para pasarla lindo riendo como descosidos tienen que terminar de una vez", añade el rotativo, que estima que el mandatario es más Útil gobernando "que saliendo a la pesca de Hugo o de Fidel". "¿Qué podemos exportar a Cuba?" se pregunta El Diario, que alerta contra la asociación económica ratificada en La Habana y advierte al Gobierno de que su estrategia "no es la solución".
Las acusaciones desde diversos sectores sobre la influencia extranjera son prácticamente diarias. El pasado martes, el Colegio Médico de Bolivia denunció la presencia de unos 600 médicos cubanos en el país, quienes, junto a un número indeterminado de maestros, trabajan en las áreas rurales de Bolivia. Los médicos cubanos están presentes en 20 hospitales rurales y otros 11 hospitales de campaña en el marco de la llamada Operación Milagro, que consiste en dar asistencia gratuita a los sectores más desfavorecidos de la población. La organización médica destaca que en Bolivia hay 10.000 médicos en paro y, por tanto, esas plazas podrían reducir en un 6% el desempleo en la profesión. Los cubanos llegaron a Bolivia con un plan de permanencia de 90 días, pero, en La Habana, Castro y Morales decidieron que la permanencia sea indefinida. El presidente boliviano asegura que los médicos cubanos no cuestan dinero al país, algo que los médicos bolivianos niegan.
No es la primera vez que la presencia cubana en Bolivia desata la polémica. Morales comparte junto al presidente de la Cámara de Diputados, Edmundo Novillo, y el presidente del Senado, Santos Ramírez, la residencia presidencial de San Jorge. Según anunció Morales el día de su toma de posesión, los servicios secretos cubanos rastrearon el edificio antes de que se instalaran en él las tres personalidades.
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