Las muchas caras del mar Richard Roselló LA HABANA, Cuba - Marzo (www.cubanet.org) - "Liberen a los cinco patrones", señala una de las tantas octavillas lanzadas por pobladores anónimos del asentamiento costero de Surgidero, en el municipio Batabanó, en protesta por la detención policial de cinco tripulaciones de embarcaciones pesquera local acusadas a mediados de mes de "lucrar" con langosta. Familiares de los capturados quedaron perplejos con la supuesta malversación que las autoridades imputan a una treintena de tripulantes, incluyendo cinco patrones de barcos, detenidos e interrogados por oficiales de la policía técnica económica del municipio San José de las Lajas. Pero el drama de los patrones tiene otro capitulo. Y comienza en la noche del 14 de enero actual. La flota langostera entra a puerto con sus bodegas repletas. Tras ello, un misterioso tráfico de sacos abultados, procedentes del balneario municipal alertaba a las autoridades a actuar tras los "comisores del delito". Esa madrugada, durante el operativo, más de dos toneladas de langostas transportadas en sacos habían sido descargadas en la costa por una lancha. Cerca de la escena de los hechos, la policía captura a un posible implicado. A las tres semanas crece la lista de presuntos culpables. Contra cinco barcos langosteros de la zona cuatro de pesca de la Asociación PescaHabana se da orden de captura contra los implicados. Casa por casa se efectúa la búsqueda policial. Durante los fuertes interrogatorios los pescadores son sometidos a humillaciones y maltratos, según las fuentes. Los patrones declaran culpabilidad con los hechos, mientras que la tripulación, luego de tres días de interrogatorios, bajo el frío de las celdas y el insomnio, son puestos en libertad en espera de tomarse una medida cautelar contra ellos. ¿Por qué los pescadores quebrantan las normas de la legalidad y el delito? Un residente indica que "existe una falsa visión de los que es un pescador. A primera vista, da la impresión de que un pescador gana mucho dinero y vive bien. Y no es así". Los pescadores ganan un salario en dependencia de la cantidad de langosta capturada. Unos 800 pesos cubanos por tonelada es repartida entre cuatro a seis tripulantes de embarcación. Más el veinte por ciento del sueldo en divisa como estimulo. Durante el periodo de captura, desde el 1 de junio a fines de enero, una embarcación logra capturar, si no hay fenómenos climáticos que afecten la visibilidad de fondos marinos o fuertes corrientes que permitan el éxodo de la langosta, entre seis a cuarenta toneladas. Aunque de acuerdo a las estadísticas, son escasas las que llegan a sobrepasar veinte toneladas. "Hay algo importante se impone", dijo un pariente de los implicados. "Ante todo, el Estado les renta la embarcación a esos pescadores. De manera que usted tiene que extraer de su salario los gastos de taller (por roturas en motor), víveres (que no alcanzan), hielo, combustible, así como estadía en puerto, equivalente a miles en pesos. "El asunto del dinero es bien serio", advirtió un empleado de esa empresa, quien señaló que la mayoría de la flota, compuesta de casi cuarenta barcos de langosta, mantiene grandes deudas con la Asociación. Tanto que en días de cobro de salario muchos de ellos sólo logran llevar a sus bolsillos menos de cien pesos cubanos. A ello hay que agregar los incumplimientos y demora en el pago de salario de estímulo a los pescadores. Hasta más de cuatro meses demoran en recibirlo de la empresa. Las consecuencias son nefastas. "Pero agréguense otros aspectos que no se toman en cuenta al ocurrir estas cosas", indica el hijo de un patrón, y señala los largos días en que el pescador tiene que alejarse de su familia para ir al mar, donde permanecerá entre diez y veinte días. Soportando el frío intenso, las plagas de mosquitos, el calor, el sol y los continuos aguaceros. Incluso tiene que luchar contra las enfermedades porque dichas embarcaciones carecen de los primeros auxilios y se hace difícil hasta hallar una aspirina. "Y para colmo usted no tiene derecho a comerse una langosta, tampoco su familia porque ella está destinada sólo al turismo internacional y la exportación". "Además, muchos de los pescadores son militantes del Partido y la Unión de Jóvenes Comunistas, y tienen que donar parte de sus salarios a la batalla contra el cáncer, el SIDA y otras contribuciones impuestas por el gobierno", añade un familiar. Mientras tanto, las autoridades han tomado medidas precisas contra los implicados y sospechosos. De hecho, se les ha prohibido navegar. También se les han despojado de sus beneficios en salarios en divisa. Y como si fuera poco, se les colocará por embarcación un militante del Partido. Y así, a espera de imponerse las sanciones de hasta ocho años de privación de libertad para los sancionados, la realidad presente es que se está afectando la salida de la flota en la labores de preparación de pesca y arreglos para una larga y despiadada temporada por la captura de un bien vedado. |
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