venerdì, settembre 19, 2008

La múcura es muy pesada - Veneconomia

En el decenio de Hugo Chávez se ha promovido el crecimiento de un Estado no productivo, a costa de la restricción del sector privado que sí genera ingresos y crea empleos. Esta política generó una hipertrofia del aparato estatal de tal magnitud que ha colocado al país en una total petrodependencia y en una peligrosa vulnerabilidad en esta época de bajos precios del petróleo.
La semana pasada, el mismo Hugo Chávez reconoció esta debilidad y dio el primer indicio oficial de que no puede (ni quiere) manejar esta pesada carga, al declarar que: "no podemos estar cada año incluyendo 50.000 trabajadores más, no es sostenible… hay que frenar el derroche", "hay que ser eficiente con el gasto”. “Somos dados al derroche de los recursos, (…) el clientelismo lo hemos incrementado nosotros mismos”. Tarde pió Chávez, aunque tiene razón y había sido advertido de este peligro.
Una muestra de esta sobrecarga del Estado está en el incremento del número de ministerios públicos. Estos despachos llegaron a 28 en junio de este año, con la creación del Ministerio de Asuntos para la Mujer. Doce más que los existentes para 1998, cuando Chávez prometía acabar con la exagerada burocracia venezolana.
A esto se le suma que tras las innumerables nacionalizaciones, estatizaciones y/o confiscaciones que viene liderando el Gobierno, más de una decena de empresas privadas han pasado a ser entidades petrodependientes e ineficientes. Ello sin contar la creación de cientos de cooperativas y casi una decena de misiones, que también son subvencionadas con los petrodólares.
Pero, lo que más devela la peligrosa hipertrofia del aparato gubernamental es el desmesurado crecimiento de la plantilla de trabajadores al servicio del Estado que ello implica. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, la nómina pública creció en 72,1% en ocho años, al pasar de 1.283.963 personas en el año 2000, a 2.209.862 al 30 de julio de 2008. Incluso, algunos analistas opinan que la nómina pública está subestimada, pues si se le incorporaran los empleados de cierto tipo de contratistas del Estado que mantienen una relación de dependencia con los entes del Gobierno, ésta alcanzaría fácilmente a 4.000.000 de personas. Cabe mencionar que uno de los despachos que más ha incrementado su burocracia es el Ministerio de la Defensa, con la incorporación de más de 300 mil personas del Comando Nacional de la Reserva Nacional y Movilización. A éste le sigue PDVSA, donde la plantilla laboral pasó de 45.000 trabajadores en 2002, a más de 100.000 en 2008.
Mientras tanto, la nómina del sector privado apenas creció 15,5% desde el 2000, al pasar de 4.026.064 a 4.650.722.
Ahora, con la caída de los precios del petróleo se hará menos viable e insostenible que el Estado venezolano siga financiando esta inmensa nómina. Ni siquiera si el barril se mantiene a $100.
Peor aún, el fin de la burbuja de precios altos del crudo encuentra al sector privado disminuido y sin capacidad ni flexibilidad para absorber a esta cantidad de trabajadores. Lamentablemente, el horizonte presagia a los venezolanos: más desempleo, pobreza y hambre.

Disponible en inglés en: www.veneconomy.com a partir de las 4:00 p.m.