domenica, luglio 23, 2006

Castro dio un larguísimo discurso y se olvidó de las torturas en la isla - Infobae

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Fecha de la nota: 22/07/2006



Castro dio un larguísimo discurso y se olvidó de las torturas en la isla

El dictador cubano señaló que en la isla nunca se torturó a ninguna persona. Sin embargo, las denuncias contra las violaciones a los derechos humanos son masivas. Desde los electroshocks y los falsos fusilamentos hasta las encarcelaciones a periodistas y opositores


El dictador cubano Fidel Castro pronunció un extenso y extemporáneo discurso en la apertura formal de la XXX Cumbre de Mandatarios del Mercosur.

Allí, el anciano déspota, señaló que bajo su régimen nunca se registraron torturas de ningún tipo.

Las ejecuciones sumarias en abril de 2003 contra tres opositores a Castro, quizás no se encuadren bajo el concepto de "torturas", pero sí constituyen violaciones a los derechos humanos, que en su momento condenó Human Rights Watch.

Los casos más recientes de torturas denunciadas son los de José Luis García
Paneque, de Arturo Suárez Ramos y de Armando Betancourt.

José Luis García Paneque, médico y periodista cubano que cumple una condena
de 24 años de prisión desde la primavera de 2003. Lo mantuvieron más de un
mes sin poder dormir con tranquilidad porque vive bajo amenaza de muerte.

Le han lanzado, por el hueco de la galera que el gobierno cubano llama baño
turco, casi todas sus pertenencias y le han robado piezas de ropas y su
mínimo inventario de utensilios para la supervivencia en el presidio.

La abogada Yamilé Yanes, esposa del intelectual, acaba de denunciar en La
Habana que tiene el temor de que García Paneque sea asesinado por los
delincuentes que asesoran y dirigen los oficiales de la Seguridad del Estado.

Pero sí se olvidó Castro de algunos casos que fueron denunciados en la comunidad internacional desde hace casi medio siglo.

Desde que el "revolucionario" acabó con el régimen de Fulgencio Batista en 1959, las denuncias sobre sistemáticas violaciones a los derechos humanos se filtraron de Cuba por medio de disidentes que abandonaron la feroz dictadura castrista.

Desde los inicios de su gobierno, Castro fue señalado como el responsable de "internar" a sus opositores en centros hospitalarios para suministrarles shocks eléctricos en su cuerpo.

Los falsos fusilamientos también fueron moneda corriente de la dictadura de Fidel. Los disidentes, eran colocados en "el paredón" para una supuesta ejecución, después de los típicos juicios sumarios que aún hoy son utilizados. En el momento del disparo fatal, en lugar de balas de plomo, sólo se escuchaba el estruendo del disparo.

Osmani Cienfuegos, quizás uno de los hombres más cercanos al anciano dictador, fue el protagonista de un macabro asesinato de opositores cubanos.

En 1961, nueve sobrevivientes a la Brigada de Asalto 2506 -disidente a Castro- vivieron en carne propia la crueldad del régimen hasta morir. Capturados como prisioneros, fueron llevados desde Playa Girón hasta La Habana en una cámara de ganado cerrada herméticamente. Al llegar a la capital cubana, abrieron la cajuela que los transportaba y el desenlace era el esperado: todos muertos por asfixia.

Esos son algunos de los ejemplos de cómo se vive en Cuba desde hace casi 50 años.

El caso de la "tortura moral" a Hilda Molina, cuyo hijo vive en la Argentina y no pueden conocer a su abuela, es quizás el caso que más resonancia tuvo en nuestro país.

La situación del periodismo en la isla de Castro tampoco es la mejor: hay 24 periodistas en prisión, de los cuales 20 fueron condenados en 2003 y sus causas caducarán entre 2011 y 2031.

El último encarcelado fue Armando Betancourt por cubrir una protesta de los vecinos frente a un desalojo en la ciudad de Camagüey el 23 de mayo pasado.

El discurso del dictador cubano, sin embargo, fue largamente aplaudido por los mandatarios latinoamericanos presentes en Córdoba.