L. Clark
The Miami Herald
Washington
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Máximo Tomás
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Abril 17, 2006
Un congresista de Pennsylvania que quiere explorar en busca de gas natural a sólo 20 millas de las costas de Estados UNidos, ha encontrado un modelo poco común: Fidel Castro.
El representante John Peterson, un republicano que está tratando enérgicamente de eliminar las prohibiciones presidenciales y del Congreso que protegen gran parte de las costas de EEUU de perforaciones en busca de fuentes de energía, está citando el programa de exploración energética de Cuba, y su proxi-
midad a las costas de la Florida, como motivo para que EEUU explore sus propias costas en busca de gas natural.
''Asombra ver que vayamos a decir que no vamos a producir mientras que nuestro amigo Fidel Castro lo va a estar haciendo en nuestras mismas narices'', dijo Peterson en una entrevista telefónica, citando informes que muestran que Cuba está iniciando intensas exploraciones en las aguas al nordeste y noroeste de La Habana, en algunos casos a unas 50 millas de Cayo Hueso.
Cuba ha firmado acuerdos con compañías de varios países, incluyendo España, Canadá y China, para explorar posibles terrenos de petróleo y gas natural frente a sus costas, donde algunos analistas del giro sugieren que puede haber hasta 1,600 millones de barriles de reservas de petróleo crudo. Hasta ahora los esfuerzos exploratorios han sido decepcionantes, pero continúan.
Bajo un tratado de 1977, la ''exclusiva zona económica'' de Cuba, en la que tiene rienda suelta para extraer recursos, se extiende hasta unas 50 millas de la costa, equidistante de Cuba y de Cayo Hueso en el Estrecho de la Florida, según dice Kirby Jones, presidente de la U.S.-Cuba Trade Association, que promueve la expansión del comercio entre EEUU y Cuba.
Peterson dirige su argumento específicamente a los 27 miembros de la delegación de la Florida en el Congreso nacional, que él señala como el grupo culpable de bloquear los esfuerzos por expandir la exploración costera en EEUU.
``Imagínense lo que Castro estará pensando mientras noso-
tros empleamos el tiempo en discutir sobre el asunto de producir energía nacional a 100, 150 o 250 millas de las costas de la Florida, mientras que él se prepara para hacerlo cientos de millas más acá'', dice Peterson en una carta al Miami Herald. ``Debe estar encantado de ver que aquí la emoción supera a la razón, el temor empequeñece los hechos y la política energética de nuestra nación la controlan temores ecológicos irrazonables''.
Pero la maniobra de Peterson ha logrado poco con la delegación congresista de la Florida, que se opone a los esfuerzos por permitir perforaciones en el Golfo de México basándose en que hacerlo podría perjudicar las playas del estado y su economía, que tanto depende del turismo.
``Más razón aún para nece-
sitar protección'', dice el senador republicano Mel Martínez, nacido en Cuba, refiriéndose a las exploraciones de Castro. ``Esto me hace redoblar mis esfuerzos por tratar de impedir no sólo las perforaciones aquí, sino también las de Castro''.
''Sugerir que en la Florida debían hacerse perforaciones a 20 millas de las costas es una locura total'', dijo Martínez, que insinuó que Peterson lo que está haciendo es reforzar las intenciones de la delegación de la Florida de crear una zona exenta de perforaciones alrededor de todo el estado.
''El fortalece nuestra postura de que tenemos que tener una zona de exclusión permanente en la Florida para que esa gente de Pennsylvania no venga aquí'', dijo Martínez.
Con el aumento de los gastos de la energía, el esfuerzo de Peterson representa por lo menos el tercer intento serio de abrir las aguas de la Florida a perforaciones: el Departamento del Interior ha propuesto arrendar más de dos millones de acres de dichas aguas en el Golfo de México a compañías de energía,
Martínez y su colega demócrata, el senador federal Bill Nelson, están promoviendo legislación para abrir una zona más pequeña a cambio de una zona de exclusión de 150 millas, y Nelson ha amenazado con bloquear la legislación del Senado a favor de las perforaciones, además de la confirmación en el Senado del nominado para Secretario del Interior, Dirk Kempthorne.
Peterson, que argumenta que en EEUU los precios del gas natural se cuentan entre los más altos del mundo, ha planteado legislación para levantar la moratoria actual de las perforaciones en la plataforma continental exterior, y abrirla a las exploraciones de gas natural 20 millas más allá de las costas.
''A 12 millas ya no se ven'', dice Peterson refiriéndose a las plataformas de perforación. ``De modo que a 20 millas ya no afectan''
Los defensores del medio ambiente están vigilando el planteamiento de Peterson con desconfianza, anotando que tiene el respaldo de más de 150 legisladores de ambos partidos, y a Peterson le han concedido una audiencia con el presidente del Comité de Recursos de la Cámara de Representantes en Washington.
''La delegación [de la Florida] está unida en contra de eso, lo mismo que la mayoría de los otros estados costeros, pero le han prometido que lo van a escuchar. Así que no lo estamos tomando a la ligera'', dice Mark Ferrulo, director del Florida Public Interest Research Group. ``Estamos pensando que para él, esto podría ser simplemente el comienzo''.
Según la U.S-Cuba Trade Association, la isla empezó en 1999 a desarrollar seriamente su propio programa de energía nacional, arrendando derechos exploratorios en sus aguas territoriales a compañías extranjeras porque no tiene tecnología propia para hacer perforaciones en el mar.
Según la Agencia de Información del Departamento de Energía, la producción petrolífera de Cuba, en su mayor parte derivada de perforaciones marítimas, ha estado aumentando de 18,000 barriles diarios en 1992 a 84,000 actualmente.
Jones dice que Cuba ha establecido claramente que ``no está reacia a sentarse a hablar con cualquier compañía de EEUU interesada en explorar''.
Y hay muchas: algunos ejecutivos de grandes compañías estadounidenses tales como ExxonMobil Corp., Caterpillar y Valero Energy Corp., una de las refinería más grandes de EEUU pagaron cerca de $2,000 por individuo para ir a una reunión celebrada en febrero en México y conocer más las reservas energéticas de Cuba.
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