lunedì, aprile 17, 2006

El Nuevo Herald | 04/16/2006 | Castro asegura que salvó a Chávez

Castro asegura que salvó a Chávez

WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald
IGNACIO RAMONET junto al gobernante cubano en La Habana. Ramonet presentará su libro en Madrid el próximo 27 de abril.
AP
IGNACIO RAMONET junto al gobernante cubano en La Habana. Ramonet presentará su libro en Madrid el próximo 27 de abril.

El gobernante Fidel Castro movió intensamente los hilos en las altas esferas militares de Venezuela para lograr el retorno al poder de su homólogo Hugo Chávez tras el intento de derrocarlo hace cuatro años e incluso planeó enviar dos aviones en misión de rescate a Caracas si sus oponentes decidían expulsarlo al exilio.

En declaraciones al periodista y ensayista Ignacio Ramonet para el libro Fidel Castro, biografía a dos voces, de próxima aparición, el mandatario cubano revela detalladamente su intervención en el conflicto desatado el 11 de abril del 2002, cuando el alto mando militar venezolano le pidió a Chávez su renuncia en medio de fuertes manifestaciones populares.

El fragmento sobre el papel de Castro en el incidente apareció esta semana en páginas digitales progubernamentales de Venezuela y Cuba.

''Nosotros decidimos entonces asumir la defensa de la democracia venezolana'', afirmó Castro en la conversación con Ramonet, director del periódico mensual Le Monde Diplomatique.

En el relato, Castro confiesa que ''casi no dormí en esos dos días que duró el golpe de Caracas'' y afirma sentirse satisfecho por su gestión ante los ''militares patriotas'', que defendieron la legalidad venezolana para evitar un desenlace trágico como el de Chile en 1973.

Tan pronto la manifestación opositora de aquel 11 de abril se enrumbó hacia el palacio de Miraflores y altos militares desobedecieron las órdenes del presidente, Castro dice que recibió noticias de que el ejército se disponía a arrestar a Chávez y decidió comunicarse con él.

''Yo llamo a Chávez porque sé que se encuentra indefenso y que es un hombre de principios y le digo: `¡No te inmoles, Hugo! ¡No hagas como [el presidente chileno Salvador] Allende! Allende era un hombre solo, no tenía un soldado. Tú tienes una gran parte del ejército. ¡No dimitas! ¡No renuncies!'', contó.

Según Castro, el mandatario venezolano tenía en ese momento tres opciones: atrincherarse en Miraflores y resistir hasta la muerte, hacer un llamado popular a la insurrección y desatar una guerra civil o rendirse, sin renunciar ni dimitir.

''Nosotros le aconsejamos la tercera'', apuntó.

En ese momento, a altas horas de la noche, Castro decide convocar a todos los embajadores acreditados en La Habana para proponerles que acompañen al canciller cubano Felipe Pérez Roque a Caracas y rescaten a Chávez.

''Propusimos mandar dos aviones para traerlo en caso de que los golpistas decidieran enviarlo al exilio'', recordó Castro.

Chávez fue hecho prisionero en el fuerte militar Tiuna, en Caracas, y a esa altura de los acontecimientos se desconocía su paradero. Es entonces que le permiten hacer una llamada y habla con su hija María Gabriela, a quien le asegura que no ha dimitido.

La hija de Chávez llama de inmediato a Castro para trasmitirle el mensaje del padre. El gobernante cubano le pide repetir sus palabras para grabarlas y difundirlas internacionalmente.

''Convocamos a toda la prensa extranjera acreditada en Cuba --¡debían ser las cuatro de la madrugada!--, les informamos y les hicimos oir el testimonio de la hija de Chávez'', manifestó Castro. ``Inmediatamente, la [cadena televisiva] CNN lo transmitió y en toda Venezuela la noticia se difundió como reguero de pólvora''.

Seguidamente cuenta que logró comunicarse y hablar en extenso con un general venezolano partidario de Chávez.

Castro le insiste al militar en que lo más urgente es localizar el paradero de Chávez para enviar allí fuerzas leales a rescatarlo. En ese instante se desconocía que el presidente venezolano se hallaba incomunicado en la isla La Orchila.

El general le pasa el teléfono a su superior jerárquico para que escuche las recomendaciones de Castro. Aunque en la entrevista no se identifican nombres, las referencias apuntan a Raúl Baduel, actualmente comandante general del ejército venezolano, como uno de los generales contactados.

''Le repito lo que ha afirmado la hija de Chávez... Le recuerdo la lealtad necesaria, le hablo de Bolívar y de la historia de Venezuela'', rememoró Castro. ``Y ese alto oficial, en un rasgo de patriotismo y de fidelidad a la Constitución, me afirma que si es cierto que Chávez no ha dimitido, él sigue siendo fiel al presidente arrestado''.

Mientras, Chávez desconoce lo que sucede en el país y sobreviene un intento de fusilarlo, pero el pelotón de soldados se niega a disparar y amenaza con amotinarse.

El arzobispo de Caracas, el cardenal Ignacio Velasco, visita a Chávez en cautiverio y --de acuerdo con Castro-- le pide que dimita para evitar una guerra civil. Chávez trata de ganar tiempo y hace borradores de una declaración de renuncia.

Castro asegura que el plan de rescate desde Cuba cambió luego de la conversación telefónica que él sostuvo con los militares. La situación toma un giro definitivo cuando uno de los generales lo llama para informarle que han localizado el paradero de Chávez.

''Conversamos sobre la mejor manera de rescatarlo'', puntualizó Castro. ``Con mucho respeto, le aconsejo tres cosas fundamentales: discreción, eficacia, y fuerza muy superior''.

Los paracaidistas de la base de Maracay --fiel a Chávez-- acometen el rescate y retornan al presidente venezolano a Miraflores en la madrugada del 14 de abril de 2002.

El libro de Ramonet, basado en 100 horas de conversación con Castro, ha estado bajo el fuego de la polémica por la coincidencia de supuestos testimonios del entrevistado con fragmentos de sus discursos recientes.

La entrevista fue grabada en varias partes, entre entre enero del 2003 y diciembre del pasado año. Ramonet presentará el libro en Madrid el próximo 27 de abril

El Nuevo Herald | 04/16/2006 | Castro asegura que salvó a Chávez