lunedì, agosto 21, 2006

Cubanos desertores hablan

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CUBANOS DESERTORES HABLAN


Steven Dudley
EFE
Cartagena
Colombia
La Prensa

–Carlos Rodríguez y su novia, Johan Mary Jiménez, tenían pocas esperanzas de salir de Cuba. Ambos son médicos. El padre de ella era un disidente conocido, y Rodríguez era un crítico abierto del sistema.

No obstante, en mayo de 2004, un gobierno cubano aparentemente desesperado por satisfacer las necesidades de doctores en Venezuela, separó a los dos en la "Misión Barrio Adentro", campaña del presidente Hugo Chávez para proporcionar salud a la gente más pobre de su país.

Huyeron a Colombia siete meses después y obtuvieron asilo político. Ahora están luchando duramente haciendo trabajos diversos cerca de esta ciudad del Caribe, y ofrecen detalles del programa de doctores cubanos en Venezuela.

Desde que tomó poder en 1999, Chávez ha aumentado el comercio con Cuba y se ha beneficiado de la experiencia de Cuba en salud, educación y defensa. "Barrio Adentro", o "Dentro de las Vecindades", era uno de varios programas que Chávez instaló con la ayuda de cubanos, y se estima que 20 mil médicos cubanos están trabajando en Venezuela.

Muchos de estos cubanos terminan desertando. Los números exactos son imposibles conseguir, pero Julio César Alfonso, de Solidaridad sin Fronteras de Miami, un grupo que ayuda a doctores cubanos en el exterior a desertar, estima que más de 500 han escapado de los programas en muchos países.

Vida difícil

Los doctores cubanos que trabajan en el exterior no tienen una vida fácil.

Los funcionarios cubanos los supervisan de cerca, dijeron Rodríguez y Jiménez al Miami Herald. No podían hablar con los medios, y había "códigos rojos" regularmente alarmas por razones sin especificar durante las cuales no podrían salir del hogar.

Rodríguez, 30, y Jiménez, 28, trabajaban en la ciudad de Lagunillas, cerca de la frontera noroeste de Venezuela con Colombia. Como mucho personal médico cubano, fueron a Venezuela con la esperanza de ahorrar un poco de dinero o, por lo menos, volver a casa con algunos bienes de consumo que difícilmente encontraban en la isla.

"Los cubanos buscan una manera de cambiar sus vidas", dijo Rodríguez. "Ir a otro país a trabajar era una manera de hacer eso".

Sin embargo, Venezuela resultó ofreciendo pocos beneficios.

La pareja dijo que cada uno recibió el equivalente de cerca de $200 por mes como sueldo. El gobierno venezolano les brindó viviendas separadas y la compañía petrolera del estado, PDVSA, subvencionó su alimento.

Pero el dinero seguía siendo apretado debido al alto costo de vida en Venezuela y otros doctores incluso no recibieron el subsidio alimenticio de PDVSA. "Barrio Adentro" también era decepcionante, dijeron.

Aunque fue promovido como una manera de ayudar a la gente pobre que tenía enfermedades leves, dolores e infecciones, Rodríguez y Jiménez dijeron que su supervisor cubano les dejó claro que también tenían que hacer campaña para Chávez en el referéndum del 2004, que Chávez ganó sin ningún problema.

''La idea era buena", dijo Rodríguez al referirse a la misión. "Solamente que para eso no era la misión. El coordinador nos dijo que nuestro trabajo era mantener a Chávez en el poder".

El coordinador también requirió a los doctores poner los carteles de Chávez en las clínicas pequeñas que se establecieron en los barrios pobres y decirles a sus pacientes que "votaran por Chávez".

"Yo no podía hacerlo", agregó Rodríguez. "Les dije que era feliz trabajando como doctor, pero que no haría campaña".

La pareja dijo que no todos los residentes del barrio eran simpatizantes de los cubanos. Los vecinos anti-Chávez los llamaron "embajadores de Fidel" y rechazaron ir a sus clínicas.

Cajas de medicina

El personal médico cubano también brindó a los venezolanos medicinas cubanas. Rodríguez, quien era parte del equipo que distribuyó las medicina a las vecindades, dijo que "cajas y cajas y cajas" llegaban semanalmente de Cuba vía avión militar.

Era imposible establecer si Cuba donaba las medicinas o si el gobierno venezolano pagaba por ellas.

Desde que el programa venezolano fue lanzado, los cubanos en la isla se han quejado por un significativo descenso en el número de doctores allí y las fuentes ya bajas de medicinas.

"Estaba preocupado por toda la medicina que salía de Cuba", dijo Jiménez. "¿Qué hay de los cubanos?". En el pasado, Chávez se ha referido al programa médico como un intercambio de los recursos humanos de Cuba por los recursos naturales de Venezuela -sobre todo petróleo- y parte de su campaña para consolidar relaciones con naciones latinoamericanas y para distanciarlas de Estados Unidos.

Cuba, por ejemplo, recibe más de 90,000 barriles al día del petróleo crudo de Venezuela en términos de reembolsos fáciles. La mayoría de las naciones que reciben a personal médico cubano también hacen pagos de efectivo por doctor directamente al gobierno cubano, pero no está claro si Venezuela está haciendo tales pagos o está descontando las cantidades contra sus entregas de petróleo.

Ni Venezuela ni Cuba ha proporcionado alguna contabilidad pública de los costos por sus arreglos del programa médico cubano, pero un informe reciente de la administración Bush estimaba subsidios venezolanos de energía a Cuba en mil millones de dólares.

Para Rodríguez y Jiménez, la mejor parte de su viaje a Venezuela fue que les ofreció una puerta de escape.

Se encontraron con un amigo colombiano de otro doctor, quien arregló para que cruzaran la frontera colombiana en un coche por 50 dólares. Salieron a tempranas horas de la mañana del 11 de diciembre. Para el mediodía se encontraban en Cartagena.