Los referendos funcionan bien en sistemas democráticos, pero en sistemas totalitarios el proceso está viciado desde el principio. El gobierno de Cuba controla todo lo necesario para que una votación sea plenamente democrática. La prensa está controlada en su totalidad para llevar a cabo el mensaje de lo que se pretende; además, todo el engranaje del sistema electoral ha sido siempre una farsa, desde los que preparan las listas de votantes hasta los que cuentan las boletas. La manipulación sería fácil ya que todo está en manos de aquellos que responden a los intereses de la tiranía.
El Nuevo Herald | 09/26/2006 | Preocupación