LA ORQUIDEA DEL CARIÑO MATERNAL
Esta preciosa orquidea que ilustra estas líneas, abrió anoche a la vida a la sombra de un guayabo ( o mata de guayaba, como decimos los cubanos) que está en el patio de mi casa. Tiene una historia, y para mi un significado muy especial que quiero compartir con los lectores.
Hace como cuatro años compré una mata de una preciosa variedad de orquidea, en una exposición en el Parque de Las Frutas y Las Especias de Homestead. La traje a mi casa y "la cuidé", pero nunca floreció. Hace como unos 6 meses mi madre- que tiene 91 años, pero que está activa y alerta-cuando me quejé de que la orquidea no florecía, me preguntó:- "Hijo, ¿tú le hablas a la orquidea?. Yo entre incrédulo y divertido le contesté: "¡Ay mami!, yo no tengo tiempo para eso". Mi madre, con ese cariño que siempre me ha mostrado en cada segundo de mi vida, me preguntó si la dejaba que ella la cuidara. Cosa a la que accedí enseguida.... Y comenzaron los cuidados de la planta. Debo aclarar que eran los mismos que yo le prodigaba, con una diferencia: la trasladó y la colgó debajo del guayabo y le hablaba todos los días. Y ¡Oh prodigios de la naturaleza!, la orquidea floreció y se abrió a la vida cuando yo menos lo esperaba, trayéndome el recordatorio de que la fuerza inconmesurable del cariño maternal logra imposibles. Permítanme por un instante alejarme del "viento y del fuego" para rendirle con esta foto un homenaje al poder del cariño maternal y a todas las madres del mundo. Aldo Rosado-Tuero (Foto Aldo Rosado/Nuevo Acción)