sabato, agosto 01, 2009

El Conflicto es su divisa - Francisco Olivares en El Universal

1 Agosto 2009
Por Francisco Olivares en El Universal

El mundo comienza a entender la nueva “guerra fría” que inició el Presidente venezolano hace unos años atrás. El mecanismo de esa guerra, ha sido identificado como “política del conflicto”. Para los venezolanos esa manera de manejar el poder es algo cotidiano. No pasan muchos días sin que se anuncien nuevas leyes restrictivas a las libertades, que se insulte o amenace a figuras públicas adversas al Gobierno o que se en encarcele o se arremeta contra quienes expresan posiciones contrarias a la “oficial”.

En el continente no hay país que se haya salvado de la injerencia presidencial, sea por la vía de los hechos, a través de la “petrochequera” o por la vía oral, es decir, la del insulto.

Venezuela ha intervenido económica y políticamente en casi todos los procesos electorales del continente. De esas intervenciones han quedado rastros palpables. Por ejemplo el maletín con 800 mil dólares que iba directo a la campaña de Cristina Kirshner. De México expulsaron al embajador venezolano por intervenir a favor de López Obrador. El petróleo venezolano apoyó financieramente las alcaldías del Frente Farabundo Martí en El Salvador y la intervención a favor de Funes fue reiteradamente denunciada. En Perú el apoyo financiero a Ollanta Humala fue denunciado en el parlamento peruano.

La llamada “diplomacia de los pueblos” ha operado paralelamente a los gobiernos legítimos con apoyo abierto a las organizaciones radicales que se agrupan en movimientos como el “Congreso Bolivariano de los Pueblos”.

Este último escándalo con el caso de las bazucas AT4 son un capítulo más de los sucesivos decomisos de armas, municiones y explosivos con el sello de Cavin, en manos de las FARC. La amistad entre el Gobierno de Hugo Chávez y las FARC ha sido un evento público y notorio. Desde las invitaciones de (Gobierno a insurgentes) para participar en conferencias en los auditorios de la Asamblea Nacional, pasando por la estrategia de apoyo a la guerrilla diseñada por Rodríguez Chacín, hasta los abrazos con los jefes guerrilleros en el Palacio de Miraflores. Estos eventos han sido ratificados con euforia por los parlamentarios rojitos de la AN con declaraciones oficiales y reconocimiento a los insurgentes. La estatua de Marulanda levantada en el 23 de Enero es el indiscreto aval que ha ofrecido el chavismo a sus amigos de la guerrilla.

Colocar a Zelaya en un avión venezolano para intentar retomar al poder en Honduras ha sido una de las más descaradas injerencias en asuntos de otro país. Los socialistas democráticos del continente han tomado distancia de Chávez e incluso algunos países del ALBA han dejado sola a Venezuela en sus llamados al conflicto y la insurrección. Lo mismo ocurrirá frente a este nuevo choque con Colombia.


folivares@eluniversal.com