Afirman que Misión Niño Jesús trajo renuncia masiva a Minsalud
Ex ministros de Sanidad denuncian que se juega con la vida de parturientas
Walter, Oletta y Orihuela afirman que malestar por intromisión de cubanos en los hospitales podría significar la salida de Rotondaro (ENIO PERDOMO)
Como una nueva "caja negra, similar a Barrio Adentro, de la que poco o nada se sabrá", definieron un grupo de ex ministros de Sanidad la nueva Misión Niño Jesús, anunciada por el presidente de la República, Hugo Chávez, como un remedio para garantizar la atención de las parturientas y recién nacidos.
Durante una rueda de prensa realizada ayer en la Universidad Central de Venezuela (UCV) los ex funcionarios Blas Bruni Celli, José Félix Oletta, Ángel Rafael Orihuela, Pablo Pulido, y Carlos Walter aseguraron estar convencidos de que el plan persigue objetivos distintos a la salud: unos de tipo financiero, destinados a apoyar la economía cubana, y otros de naturaleza ideológica y política.
El proyecto, que dijeron será lanzado en los próximos días y que cuenta para comenzar con 350 millones de dólares, pero no con una programación concreta, se plantea al margen de las autoridades del Ministerio de Salud (MPPS) lo que, a juicio de los especialistas, debilitará aún más la rectoría de la cartera.
"El Gobierno ofrece nuevos planes autoritarios, improvisados e inconsultos, que sustituyen al despacho sanitario en sus funciones y otorgan competencias indelegables a otros entes de Gobierno y a los cubanos".
Al respecto explicaron que será la Misión Médica Cubana y el Ministerio de Salud de Cuba los encargados de diseñar, coordinar y dirigir la provisión de los servicios públicos de salud materno infantil, escudados bajo el nuevo programa.
Aseveraron que la manera como se ha intentado implementar la Misión Niño Jesús ha generado rechazo en el seno de las autoridades sanitarias.
"Desde el propio Ministerio de Salud se ha suscitado una reacción a tal punto que produjo la renuncia de la viceministra de Redes de Salud Colectiva, Índira Josefina Corado, y de todos los que están al frente de las direcciones bajo su mando", indicó Walter, quien aclaró que muchos de estos funcionarios permanecen trabajando en el organismo a la espera de la designación de sus sustitutos.
Agregó que el propio ministro Carlos Rotondaro ha reaccionado en contra de la implementación del proyecto "porque parte de la comisión cubana que llegó a Venezuela a trabajar en él, comenzó a visitar -sin su conocimiento y autorización- los hospitales".
"La molestia ha sido tal que dentro del propio Gobierno se asegura que el ministro Rotondaro será sustituido en los próximos días", dijo al tiempo que señaló que hay "pugna de poder por lo que tiene que ver con salud, que es un gran negocio, un centro de reparto del botín.
En otro orden de ideas Rafael Orihuela hizo hincapié en que el objetivo de la misión está alejado de solucionar el problema de las parturientas y se inclina más a conseguir rédito político.
"Un documento del Gobierno que calló en nuestras manos plantea una planificación electoral. A partir de marzo iniciaba una campaña con lo que ellos llaman ilustración: mujeres dando testimonio de la 'buena atención recibida' una secuencia que arrancaría en marzo y terminaría en junio".
Agrega que "ya los cuñeros están listos y las empresas de publicidad contratadas, para presentar los resultados".
Para culminar José Félix Oletta subrayó que "hacer un nuevo Barrio Adentro con algo tan delicado como son las madres y los niños es criminal, pero tenemos que ser prudentes y moderados; decir que no va a funcionar porque tiene una mala planificación y una incapacidad gerencial y rectora (...) con sus graves consecuencias sobre la población. Sin dudas, será un nuevo disparate del Gobierno nacional, que recordaremos como la Misión Herodes".
Durante una rueda de prensa realizada ayer en la Universidad Central de Venezuela (UCV) los ex funcionarios Blas Bruni Celli, José Félix Oletta, Ángel Rafael Orihuela, Pablo Pulido, y Carlos Walter aseguraron estar convencidos de que el plan persigue objetivos distintos a la salud: unos de tipo financiero, destinados a apoyar la economía cubana, y otros de naturaleza ideológica y política.
El proyecto, que dijeron será lanzado en los próximos días y que cuenta para comenzar con 350 millones de dólares, pero no con una programación concreta, se plantea al margen de las autoridades del Ministerio de Salud (MPPS) lo que, a juicio de los especialistas, debilitará aún más la rectoría de la cartera.
"El Gobierno ofrece nuevos planes autoritarios, improvisados e inconsultos, que sustituyen al despacho sanitario en sus funciones y otorgan competencias indelegables a otros entes de Gobierno y a los cubanos".
Al respecto explicaron que será la Misión Médica Cubana y el Ministerio de Salud de Cuba los encargados de diseñar, coordinar y dirigir la provisión de los servicios públicos de salud materno infantil, escudados bajo el nuevo programa.
Aseveraron que la manera como se ha intentado implementar la Misión Niño Jesús ha generado rechazo en el seno de las autoridades sanitarias.
"Desde el propio Ministerio de Salud se ha suscitado una reacción a tal punto que produjo la renuncia de la viceministra de Redes de Salud Colectiva, Índira Josefina Corado, y de todos los que están al frente de las direcciones bajo su mando", indicó Walter, quien aclaró que muchos de estos funcionarios permanecen trabajando en el organismo a la espera de la designación de sus sustitutos.
Agregó que el propio ministro Carlos Rotondaro ha reaccionado en contra de la implementación del proyecto "porque parte de la comisión cubana que llegó a Venezuela a trabajar en él, comenzó a visitar -sin su conocimiento y autorización- los hospitales".
"La molestia ha sido tal que dentro del propio Gobierno se asegura que el ministro Rotondaro será sustituido en los próximos días", dijo al tiempo que señaló que hay "pugna de poder por lo que tiene que ver con salud, que es un gran negocio, un centro de reparto del botín.
En otro orden de ideas Rafael Orihuela hizo hincapié en que el objetivo de la misión está alejado de solucionar el problema de las parturientas y se inclina más a conseguir rédito político.
"Un documento del Gobierno que calló en nuestras manos plantea una planificación electoral. A partir de marzo iniciaba una campaña con lo que ellos llaman ilustración: mujeres dando testimonio de la 'buena atención recibida' una secuencia que arrancaría en marzo y terminaría en junio".
Agrega que "ya los cuñeros están listos y las empresas de publicidad contratadas, para presentar los resultados".
Para culminar José Félix Oletta subrayó que "hacer un nuevo Barrio Adentro con algo tan delicado como son las madres y los niños es criminal, pero tenemos que ser prudentes y moderados; decir que no va a funcionar porque tiene una mala planificación y una incapacidad gerencial y rectora (...) con sus graves consecuencias sobre la población. Sin dudas, será un nuevo disparate del Gobierno nacional, que recordaremos como la Misión Herodes".
Vivian Castillo
EL UNIVERSAL
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