Injerencia chavista en Colombia
El dinero de los contribuyentes venezolanos se invierte en propaganda e injerencia en el extranjero
Amigos lectores: los invito a que, juntos, tratemos de definir el siguiente caso. Piedad Córdoba es una senadora colombiana, harto conocida en Venezuela por su participación en negociaciones para la liberación de rehenes que se encuentran en poder del grupo narcoterrorista FARC. Sin ánimo de entrar en detalles sobre las simpatías políticas de la senadora Córdoba, son hechos incuestionables: 1) que ella es senadora, y 2) que es colombiana. Hasta ahora estamos claros, ¿no?
Bien, pasemos ahora al siguiente hecho inobjetable: 3) el régimen de Hugo Chávez ha mantenido por varios años una oficina de propaganda en Washington, léase la capital del imperio, llamada (en inglés) Venezuela Information Office. De allí han salido luminarias revolucionarias, tales como Andres Izarra y Eva Golinger. Esa oficina ha recibido millones de dólares provenientes del erario nacional, para contrarrestar lo que los chavistas llaman “ofensivas mediáticas”, léase periodistas haciendo su trabajo. De todo lo citado existe suficiente información pública, revelada por mi, y otras fuentes, hace años.
Ahora bien. Empleados de la Venezuela Information Office, Olivia Goumbri para ser más preciso (no olvidemos: devengando un sueldo proveniente del dinero de todos los venezolanos para defender la imagen de Chávez en EEUU), estuvo encargada de hacer toda clase de contactos tendientes a organizar encuentros y citas, entre Piedad Córdoba y congresistas y senadores norteamericanos.
Por tanto, estimados lectores, ¿cómo podemos definir eso? Es decir, ¿por qué el dinero de los contribuyentes venezolanos es utilizado en pagarle a alguien para que le organice encuentros a una senadora colombiana en los EEUU? ¿Es que los senadores del hermano país no ganan lo suficiente para pagarse sus propios asistentes? ¿Es que Colombia no tiene representación diplomática en Washington, capaz de encargarse de tales eventualidades?
Chávez, y sus apólogos, resienten acusaciones de injerencia. Pero ante este nuevo ejemplo, ¿cómo llamar lo narrado anteriormente? Espero sus comentarios.