venerdì, luglio 18, 2008

Baracutey Cubano: EL DISCURSO DEL TITANIC

Baracutey Cubano: EL DISCURSO DEL TITANIC
Desde Miami, el placer de ver al castrismo retorcerse en su caricatura no alivia el pesar por la destrucción de la nación. Prisionero de su pasado, Raúl no ha movido una sola ficha en el tablero de las profundas y urgentes transformaciones que ansían los cubanos. A su carácter, más que a un cálculo político, debemos la reducción de varios aspectos pesadillescos del castrismo: el estado de movilización constante, la napoleónica proyección internacionalista, el roñoso narcisismo del líder máximo. Una diferencia de grado que se diluye en la anécdota. En el mar de las oportunidades perdidas, Cuba navega con el agua a la altura del puente de mando.