domenica, giugno 12, 2005

Chávez y la guerra de los 100 años - Alberto Garrido

Chávez y la guerra de los 100 años

- Presidente en la mira
La táctica principal ha sido innovadora: combinar procesos insurreccionales revolucionarios con rutas electorales de la democracia representativa. Para que la revolución triunfe es necesario reemplazar la democracia representativa (burguesa) por la democracia participativa que conducirá al socialismo. El énfasis revolucionario continental se encuentra hoy en la región andina, pero la Revolución Bolivariana avanza de manera rauda en otros países del Continente.

ALBERTO GARRIDO

ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL
En 1994, apenas salido de Yare, Hugo Chávez visitó Colombia, invitado por militantes del ya pacificado movimiento bolivariano M-19.

En las distintas reuniones que sostuvo con los antiguos guerrilleros y algunos militares retirados colombianos Chávez planteó el lanzamiento de una Internacional Bolivariana, que finalmente adoptó el nombre de Congreso Anfictiónico Bolivariano.

La nueva Internacional comenzó a funcionar tiempo después en Buenos Aires, bajo la responsabilidad de la organización Patria Libre, encabezada por Fernando Bossi, y del Partido Comunista Argentino (sector Athos Fava). Pero su trabajo fue fundamentalmente propagandístico.

Con el acceso de Chávez al poder la estructura del Congreso se amplió rápidamente. La izquierda latinoamericana pasó a tener un punto de referencia continental. Se realizaron varios encuentros internacionales (Panamá, Caracas, Buenos Aires).

En el IV Congreso Anfictiónico Bolivariano, efectuado en Buenos Aires en noviembre de 2002, se hicieron presentes delegaciones de México, El Salvador, Brasil, Perú, Paraguay, Chile, Cuba y, por supuesto, Venezuela.

En el 2003 Chávez decidió reemplazar el Congreso Anfictiónico por otra organización, el Congreso Bolivariano de los Pueblos, cuyo objetivo de largo alcance sería lograr la emancipación continental. Se había ingresado a una fase superior de la revolución.

Gobiernos y pueblos

Hacia mediados de 2003 Chávez se citó en Buenos Aires con los directivos del Congreso Anfictiónico y los convenció de que había llegado la hora de darle forma a un instrumento de lucha mayor, con reconocidos actores políticos y sociales.

Durante el mes de agosto se celebró en Caracas la primera reunión de trabajo del Congreso Bolivariano de los Pueblos. Participaron representantes de más de 50 organizaciones. Se encontraban, entre otros, Evo Morales, de Bolivia, Cuauhtemoc Cárdenas, de México, Bruno Maranhao, de Brasil, Héctor Béjar, de Perú, Víctor Hugo Gijón, de Ecuador, Rafael Alegría, de Honduras, Jesús Lancha, de Cuba y José Rigane, de Argentina.

En octubre de ese mismo año el Movimiento Sin Tierra, de Brasil, propició una reunión donde se constituyó una Secretaría Política Provisoria, integrada por el mismo Movimiento Sin Tierra, los Piqueteros argentinos (Barrios de Pié), el Frente Farabundo Martí, de El Salvador, el MAS de Evo Morales, de Bolivia, el Pachakutik, de Ecuador, los CDR (Comités de Defensa de la Revolución) cubanos y los Círculos Bolivarianos de Venezuela.

Luego se incorporó el Frente Sandinista de Nicaragua. La Secretaría Política (Secretariado Provisional) fue confirmada un mes después, cuando se efectuó en Caracas el Primer Congreso Bolivariano de los Pueblos.

Entre el 2003 y el 2004 se realizaron en Caracas dos reuniones del Congreso Bolivariano de Los Pueblos.

Unas declaraciones de Fernando Bossi fueron muy claras sobre su finalidad. Según Bossi, se planteó "impulsar la democracia participativa y protagónica contra estas democracias meramente representativas". La lucha contra el ALCA (oponiéndole el ALBA), combatir el bloqueo a Cuba, rechazar el Plan Colombia y el Plan Puebla-Panamá, fueron algunos de los puntos programáticos principales acordados por el Congreso Bolivariano de los Pueblos.

2005, la ofensiva

En diciembre de 2004 el II Congreso Bolivariano de los Pueblos tuvo su sesión de clausura en el Salón Ayacucho del Palacio de Miraflores, con la asistencia del presidente Hugo Chávez, quien acababa de participar en el acto de conmemoración del 180 aniversario de la Batalla de Ayacucho. En el Congreso se había decidido declarar el 2005 como "Año de la ofensiva y avance de la unidad de los pueblos de América Latina y el Caribe".

En el acto hablaron, entre otros, Luis Delía, presidente de la Federación de Tierras y Vivienda de Argentina, quien anunció que "nos quedan muchos Ayacuchos por delante", Marcia Campos, presidenta de la Federación Democrática de Mujeres, quien leyó la "Proclama de Caracas", y Evo Morales, quien reivindicó la creación de Petroamérica como arma liberadora y recordó que "los vilipendiados por más de 500 años estamos a un paso de tomar el poder y para eso es muy importante crear la conciencia de los pueblos para derrotar la soberbia del imperio. Nuestra lucha cuesta sangre. El instrumento político por la soberanía de los pueblos cuesta sangre".

El acto fue cerrado por Hugo Chávez. Pronunció frases significativas: "Estamos hermanando varias fases de un mismo proceso largo que está tomando impulso". "No importa que avancemos un milímetro en el camino, siempre y cuando sea en la dirección correcta. Tenemos una estrategia y mil tácticas, mil regimientos en ofensiva". "No habrá quien pare este movimiento revolucionario".

Estrategia y tácticas

La estrategia de Chávez siempre ha sido una y única: instalar un proceso revolucionario continental (fase bolivariana) y mundial (nueva etapa socialista del siglo XXI), en el marco de un nuevo poder planetario multipolar.

La táctica principal ha sido innovadora: combinar procesos insurreccionales revolucionarios con rutas electora les de la democracia representativa.

Para que la revolución triunfe es necesario reemplazar la democracia representativa (burguesa) por la democracia participativa que conducirá al socialismo.

El "nuevo socialismo" es revolucionario, característica que lo aleja de las propuestas nacional-reformistas de Lula, Kirchner, Tabaré Vázquez o Lagos.

Chávez ha formado alianzas estratégicas (China, Rusia, Irán) y tácticas (España, Francia, Argentina, entre otros) para el proyecto multipolar (continental y mundial). La principal herramienta de negociación utilizada ha sido el petróleo, y en menor medida el gas.

Durante los últimos años siguió las tesis del sociólogo alemán Heinz Dieterich ("Bloque de Poder Regional" con "Eje de Liberación Estratégica" y creación de la OTAS, alianza militar latinoamericana), intelectual muy vinculado a los movimientos de izquierda de América Latina. Confió (Chávez) en que la constitución del "Bloque de Poder Regional" _Cuba, Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay_, era el paso estratégico para la integración política, económica y militar revolucionaria latinoamericana y caribeña.

En el "Eje de Liberación Estratégica" estarían Venezuela, Brasil y Argentina. Luego de las marchas y contramarchas de Kirchner, presionado por la deuda externa argentina, y de Lula, cada vez más inclinado a desarrollar un gobierno de centro, Chávez optó por adelantar el proceso revolucionario continental con su aliado estratégico real, Cuba, y con la vanguardia del Congreso Bolivariano de los Pueblos, tal como lo anunciaba la Proclama de Caracas. El énfasis revolucionario continental se encuentra hoy en la región andina, pero la Revolución Bolivariana avanza de manera rauda en otros países del Continente.

En Bolivia Eduardo Rodríguez Veltzé recibe la Presidencia en calidad de préstamo, luego de las manifestaciones masivas, con el fin de convocar rápidamente a elecciones.

En Ecuador todavía Palacio no ha terminado de instalarse en la Presidencia de la República cuando el hermano de Lucio Gutiérrez anuncia el retorno del ex jefe de Estado expulsado con miras a lanzarse al ruedo electoral nuevamente.

En Colombia existe un estado de guerra interno y El Plan Colombia ha fracasado (Rice).

En Panamá Torrijos soporta una huelga general. Los huelguistas rechazan las reformas que ha decretado al sistema de seguridad social.

En Argentina los Piqueteros aislaron la capital argentina y otros puntos geográficos a lo largo y ancho del país exigiendo empleo y el aumento de las jubilaciones y pensiones.

En Brasil todavía no se había retirado el último de los manifestantes del Movimiento Sin Tierra, que había tomado Brasilia para exigirle al Gobierno la aceleración de la reforma agraria, cuando el país se estremeció por nuevas denuncias de corrupción (soborno a parlamentarios aliados) por parte de funcionarios de alto nivel de Lula, quien sigue cayendo en las encuestas.

Mientras tanto el gobierno de Bolaños se estremece en Nicaragua, acorralado por denuncias de corrupción.

En lo que resta del 2005 y el 2006 deben realizarse en América Latina 10 elecciones presidenciales y 13 legislativas.

Tentación preventiva

El fracaso de Washington por lograr establecer la "Democracia Preventiva" como variante de la Carta Democrática de la OEA, precisamente en el momento en que Bolivia veía caer otro mandatario por causa de las movilizaciones de calle deja cerrado, para Estados Unidos, el camino institucional hemisférico.

Ya había fracasado el modelo económico (Acuerdo de Libre Comercio de las Américas, ALCA) propuesto por la Casa Blanca para ser iniciado en enero de 2005. También ha fallado el Plan Colombia-Patriota. Además, se ha caído estrepitosamente el bloqueo a Cuba, integrada en la revolución y en la economía a Venezuela.

Con las líneas geopolíticas obstaculizadas y la vía institucional (OEA) clausurada, cobran sentido las palabras del director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Peter Goss, pronunciadas el 18 de marzo pasado ante el Comité de Servicios Armados del Senado de Estados Unidos. Goss afirmó que el panorama político latinoamericano representa "un potencial foco de inestabilidad" que podía afectar la seguridad nacional de ese país. La tesis de Goss plantea pasar, en algún momento, de la "Democracia Preventiva" de Rice, a la "Guerra Preventiva" de Rumsfeld.

El 2 de marzo de este año Chávez declaró en Montevideo que, si Estados Unidos invadía a Venezuela, habría una "guerra generalizada", que no sería "de un día ni de un año, sino de 100 años".

Chávez advirtió que "si invadían a Venezuela tendrían que invadir igualmente a Cuba", y que habría otros focos de resistencia por todo el Continente Americano.

El juego, según el embajador de Estados Unidos en Caracas, William Brownfield, recién comienza.
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