Expresando su deseo de reunirse con el presidente electo de USA, Barack Obama, el triste presidente de Bolivia ha dicho que él lo considera muy probable, sobre todo, dijo, “por la “coincidencia” de que en Bolivia hay un “indio” como gobernante y en EE.UU. un “negro” …
Que declaraciones tan infortunadas. De manera que, según Morales, la gente de color debe reunirse porque es de color, no porque comparta objetivos comunes. Si eso no es racismo, no sé que es. Este pobre diablo de Morales debería saber, de una vez por todas, que el ser indio o negro o morado o rubio no debería tener peso alguno a la hora de hablar como seres humanos. Este racismo al revés que practican algunos indios como Morales o algunos zambos como Chávez pertenece al mismo pasado del Klu Klus Klan. Hablan del racismo estadounidense pero son ellos quienes lo practican, cuando ya en el país del norte está esencialmente derrotado.
******************* Mis recuerdos de El Che. Esa noche Máximo tenía señaladas dos ejecuciones cuyos juicios aun no se habían celebrado. ******************** A Guillermo Milán y la democracia sueca.
I Dando un fuerte golpe en la puerta aquella mañana, de improviso, Máximo entró en la oficina. Había sido estudiante en la Escuela de Ciencias Sociales en la Universidad de La Habana, y alzado en el año 1958 en Sierra Cristal donde alcanzó grado de teniente a las órdenes de Raúl Castro, comandante del Segundo Frente Oriental Frank País.
Máximo era bajito, fortachón, de rostro pálido, achatado, ligeramente picado como de agné o viruela, tenía un acortamiento en una pierna y se alegró mucho al verme en la oficina del tribunal. Nos referimos a sus peripecias en la loma a donde subió armado de un ladrillo y logró arrebatarle el fusil San Cristóbal a un bisoño a quienes llamábamos casquitos. La última vez que nos vimos en La Habana fue al pie del Palacio de Aldama (Reina y Amistad) de allí partió hacia La Sierra. Seguramente citamos los nombres de amigos y conocidos con los que habríamos perdido el contacto dadas las tantas vicisitudes reinantes por entonces. Al final: “Bueno, dime ¿qué te trae por aquí”.
Chico, es que apenas llegamos a Santiago me pusieron a dirigir pelotones. Eso es del ca… Estuve unos cuantos días y no pude resistirlo. Horrible, horrible. No lo quiero recordar. Yo consulté al capellán y me tranquilizó un poco. Me dijo que esa era mi obligación y que no dependía de mí… No sé, no sé, Pepe. Pedí mi traslado para La Habana, me lo concedieron en el acto y cuando llego aquí mira pa’ hí, me asignan lo mismo, porque dicen que tengo la experiencia. Nadie se presta para esto, es muy duro. Eh, mala suerte, cará. Para esta noche ya tengo dos ejecuciones. Los juicios son a las ocho, digo comienzan a las ocho. ”
Me miraba fijamente, algo suplicante, como si quisiera decir más y no le salieran las palabras. “¿Esta noche?” “Sí; dos para esta noche, dos.” “Ah, yo iré a verte”. Dije sin mayor reflexión. Máximo permanecía grave. Sin pensarlo por puro encono y contrayendo las facciones me increpó: “Mira come… Tú no sabes lo que estás diciendo. Que no se te ocurra. Quítate eso de la cabeza. Lo vas a estar recordando durante años y años, toda tu vida. Te pesará. Eso es algo espantoso, de madre… Nadie sabe lo que es el paredón. Uno se vuelve una fiera; si no eres una fiera no sirves, te acoquinas y es peor. Quitarle la vida a un tipo no es fácil, Pepe. Mira, en los primeros días lo hacíamos comoquiera. Se les sentenciaba como quiera, sin juicio, ahí mismo. Ni poste para amarrarlos. Los traíamos y los poníamos delante del pelotón. Figúrate, la mayor parte de los reclutas apenas sabían manejar las armas. Al ver lo que tenían delante muchos se acobardaban y cuando se daba la orden de fuego no se atrevían a apuntar directo, les temblaba el pulso y tiraban al aire o sin mirar. Entonces el tipo recibía varios impactos no mortales que lo hacían saltar dando gritos, algunos se revolcaban por el suelo echando sangre, crispados, y hasta se corrían dos o tres metros hacia un lado y el otro. Parecia que se iban a levantar y volvían a caerse. Hubo uno que se le echó encima al pelotón y los espantó; parecían gallinas. Yo entonces dándome cuenta de lo que pasaba, tenía que acercármeles, pegarle la pistola a la cabeza al tipo y gritar. “Miren pendejos, miren pa’ que aprendan”. No te cuento cómo es eso de hacerle saltar los sesos a un tipo, chico. Salpica. No lo quiero recordar. Salpica. No me deja dormir… no puedo, no puedo… Eso no se me olvidará jamás. Es terrible, chico… La gente no sabe de lo que hablan, hay que pasarlo… Si tú supieras… No vayas esta noche, co. Olvida eso. No se resiste. No podrías comer carne en mucho tiempo. ¿Sabes cómo quedan los cuartos de reses colgados en la carnicería? Los has visto, ¿verdad? Chorreando sangre. Eso parecen esos tipos”.
Al día siguiente con aquellas palabras grabadas profundamente me dirigí al paredón. Quería empaparme de las descripciones desde el escenario mismo de los hechos. Era un costado de las gruesas murallas que defienden la inmensa arquitectura medieval española. Su constructor fue Juan Bautista Antonelli y la estructura arquitectónica es la misma en El Morro, La Fuerza, La Punta, pero La Cabaña es el mayor y más impresionante de todos los castillos. Las murallas están formadas por cantos graníticos e inmensos con un espesor de metros; pese a la altura y la brisa de la bahía los muros despiden una humedad impregnada desde hace siglos. Bien examinado como baluarte militar se comprende que aun hoy La Cabaña sería casi inexpugnable frente a artillería ligera. En algunas zonas la separación entre los bordes y esquinas de los cantos hace ranuras por donde en aquella época pululaban hongos y de vez en cuando asomaba la cabecita una iguana pequeña, que se deslizaba a escape con el rabo enrollado, de vivos colores. Siempre había contemplado estos castillos como reliquia histórica. Escenario de la patria donde fueron ejecutados tantos héroes en las luchas por la independencia, uno de ellos el poeta Juan Clemente Zenea. Del otro lado, en El Morro me había impresionado la reproducción del garrote donde se ejecutó al general Narciso López; cincuenta de sus soldados y oficiales seleccionados por sorteo, también cayeron ante los pelotones españoles. Durante la Segunda Guerra Mundial allí se debió de ejecutar al espía alemán Lunning. El lugar donde me encontraba estaba bastante cercano al Foso de los Laureles, escenario mayor de toda la tragedia; nosotros simplemente le llamábamos El Paredón. Esa tarde caminé despacio por toda la explanada, aspirando el olor marino, observando, e intentando reproducir mentalmente lo que casi todas las noches allí tenía lugar. No era tan difícil imaginar algo que cualquiera ha visto en el cine, leído en alguna novela o en la prensa conforme al gusto del realizador. En mi posición lo más correcto era comenzar a internalizar los hechos como cuestión propia, algo en que me veía involucrado. A sabiendas o no, me lo había buscado, todo aquello me tocaba de cerca. Pisar el lugar de los fusilamientos era un remedo de testigo presencial. Examinando el contorno parecía que el eco de las descargas seguía retumbando.
De cara a los postes, al vuelo tomé la distancia que me separaba de los mismos; pocos metros, y no menos pasos más adelante la línea en que se colocaba el pelotón. Me les acerqué y toqué los maderos con las manos. Eran pequeños y gruesos, menos de mis cinco ocho de altura. Me coloqué delante, en el puesto del reo, y a mis espaldas cubriendo el nivel comprendido desde el pecho a la cabeza, sobresalía una densa y larga perforación de la muralla ligeramente blancuzca en lo más profundo de las incontables huellas de bala que la horadaban. Las perforaciones más hondas coincidían con mayor simetría con las medidas superiores de los postes; exactamente a la altura del frontis en un hombre de estatura normal. Por el suelo se regaban abundantes casquillos de bala, por regarse casi a mis pies no podrían ser residuos de las descargas de fusilería; sino de los tiros de gracia. A los pies de cada poste, mezclados con la yerba, se ennegrecían los charcos de sangre coagulada.
II Pero mas relevante seria palpar el meollo de aquellas ejecuciones; los hechos en que consistían sus causas, su naturaleza. Hasta aquel instante no había reparado seriamente en la trascendencia de aquellos fusilamientos, en su profundidad. En tantas muertes. A partir de aquella vivencia mi sentir referente al proceso revolucionario iría cobrando nuevos e incalculados matices sostenidamente. La intensidad misma que un fusilamiento produce nos arrastra insensiblemente a pasarlo por alto de un brinco. Es algo en lo que no se detiene uno a considerarlo. La muerte violenta de un hombre desarmado se rechaza por instinto. Se prefiere pensar en otra cosa. Más bien lo contemplamos como rutina, algo que sucede y vuelve a suceder sin aquilatarse con mayor detenimiento. Por entonces los cintillos de la prensa internacional censuraban con acritud todo aquello sin que yo aun reparara en que necesariamente no tenían que estar equivocados. Ahora por primera vez me sentí aludido, los periódicos ofrecían una versión alterna de todo lo que tenía a mis pies, de lo que hacía en aquel lugar, mi trabajo, ¿cómo lo estaría cumpliendo? . Mi comportamiento ¿era correcto? Al contrario de lo esperado tal versión alterna - contrastantemente - no podría estar muy lejana a mi natural manera de pensar y sentir. Hasta aquel momento ¿habría sido yo mismo? ¿Otros pensaban y escribían por mi? ¿Qué decidiría por mi mismo en mis cabales? En el subconsciente brotó la posible comparación con el proceso precedente, ¿seríamos nosotros los nuevos esbirros? Con una particularidad; muy diferentes a los anteriores. Los procedimientos eran distintos.
Jamás ha sido fácil explicarse premoniciones, mucho menos predecir. A partir de aquella conversación con Máximo yo asimilaba cuándo acontecía a mi alrededor con inusitado escrúpulo. Intuía su importancia avasallante e hice esfuerzos por retener en memoria todo incidente y detalle por insignificante que fuera. Comprendía que en el futuro se le echaría mano para provecho o desgracia de terceros. Terceros que aun no podía reconocer. En La Cabaña se escribía una página imborrable de la historia cubana. Pero aun no se descorrían muchísimos velos de la historia.
Mientras estas ideas maduraban en mi cerebro me iría situando cada vez más distante de Mike, e innumerables amigos uniformados de quienes me consideraba solidario. No es fácil desligarse de personas por quienes se siente simpatía y perderse luego en un mar desconocido donde fácilmente no pueden esperarse afectos sustitutos. Lo que se desvanecía ante la realidad eran puros ideales y nobles esperanzas acariciados a alto costo. Frente al nuevo gobierno emergían fuerzas oscuras, reaccionarios y los restos de la dictadura depuesta. Eran aquellos contra quienes mi generación militaba y consideraba incompatibles. Nada les debíamos. Creo que estas preocupaciones, en mayor o menor escala, eran compartidas por un número creciente de compañeros universitarios y colegas letrados. Pensando y repensando al anochecer las nubes se oscurecían, y al día siguiente amanecían ennegrecidas.
Pero la rutina en la fortaleza de La Cabaña no paraba. Las causas llegaban al escritorio a intervalos más o menos prolongados. Por más que me esmeré en estudiar cada una hasta el más insignificante pormenor, no hallé elemento alguno indispensable en juicio para darle curso ante el ministerio fiscal. Una tras otra apenas leídos unos cuantos folios se caían por inconsistentes y falta de pruebas; las engavetaba y allí quedaron. Sólo con el tiempo supe que a Otto Meruelo uno de los acusados a mi cargo, había sido condenado a treinta años; del resto nada ha llegado a mis oídos. Interrogué testigos de diferentes procedencias. Los revolucionarios solían ser jóvenes sin mayor percepción de los hechos y más bien respondían al modelo radical, ganar méritos para la nueva situación. En alguno se traslucía una inconsciente imitación de la jerga y consignas en boca de Fidel o el Che. Acusaban sin mayor fundamento, y a menudo se enredaban en sus propias contradicciones. No menos frecuente fue la presencia de militantes del 26 de Julio, alguno uniformado, expresando su pavor por todo lo que cada noche allí tenía lugar. ¿Fidel sabe de esto? Lo veo turbio. Hay malestar en la calle, ¿qué piensan ustedes? Hagan algo. Recuerdo una jovencita de boina negra que quejándose de todo aquello me medía con la mirada. En ese encuentro no me atreví, o no quise comprenderla. De darle la razón, ¿Qué hubiera tenido que hacer inmediatamente?
En lo adelante otros aspectos del entorno diversificaban mi continua preocupación. Toda resistencia a darle curso a los casos tendría que ser objeto de consideración por la superioridad. No se trataba de simples sospechas. Estaba en el ejército, ya se había anunciado que tendría que concurrir a prácticas de tiro, me confeccionaban el uniforme, carnet de identificación, pronto entraría en nómina con grado de subteniente. Realidades que eran de esperarse, aunque prefería no anticipar decisiones. Una cosa u otra el ritmo de los acontecimientos no se detendría, a punto estaban de adquirir mayor relieve y nuevos compromisos ineludibles aflorabab a diario. El trabajo era intenso y cada vez cargaba más.
III
Asistí a varios juicios como mero espectador. La unilateralidad de cada proceso culminaba al instante de dictar sentencia. Tratándose de pena capital; las protestas, los estallidos de desesperación, llantos, mujeres de rodillas suplicando misericordia para sus seres queridos, resistiéndose a abandonar la sala y por fin salir arrastradas por los guardias. El abrazo final en medio de lágrimas y desconsuelos. La capilla ardiente.
Al menos luego que los casos se ventilaron bajo las fórmulas consabidas, la mayoría de los condenados enfrentaron la muerte con innegable hombría, o comportamiento humanamente aceptable. Guevara en previsión de esto había dispuesto que todo condenado fuera asistido por un sacerdote, como resultado la medida mitigó poderosamente cuadros dantescos hasta el momento de sonar la descarga. Recuerdo hombres marchar cabizbajos, esposados, despidiéndose sollozando, un cabo de la policía que como petición última solicitó permiso para orinar, hubo quien sostuvo su inocencia a grito pelado, alguien proclamó su cubanía con la mayor vehemencia, se corrió la leyenda de un par de zapatos nuevos comprados en recuerdo de un ejecutado famoso, bravos oficiales dirigieron sus propios fusilamientos, no fueron raros quienes se negaron a que les vendaran los ojos o amarraran a los postes, y aguardaron serenos el estrépito de los disparos…
Luego de cumplida la sentencia los reos quedaban en posiciones indescriptibles, imborrables, la cabeza colgando y el cuerpo maniatado; una humanidad de rostro desfigurado y ojos que saltaron fuera de sus cuencas; otro rostro deformado como si hubiera recibido muchos bofetones; quien quedó con los brazos abiertos cual respuesta al impacto de las balas; la huella de un balazo que penetró exactamente por las ventanas de la nariz; aquel agujero negro donde antes se alojaba un ojo…
Uno de los acusados que recuerdo con fuerte conmoción fue el coronel Luis Ricardo Grao. Lo vi sentado frente al tribunal y el fiscal hacía alarde de sonora verbosidad; los términos empleados destilaban una violencia repetitiva, abrumadora. Grao lo miraba como de soslayo y dejó escapar una sonrisa de incrédula ironía. Ignoro si caí en su ángulo visual pero experimenté mi primer sentimiento de compasión hacia uno de los llamados esbirros. Nada como el efecto de una cara cercana que destila sufrimiento. Ante mi presencia un poder avasallante y omnímodo se cebaba en un ser indefenso que tras de aquel martirio sería fusilado. Su suerte había sido determinada de arriba, era vox populi. ¿Qué había hecho? ¿Qué se le pudo probar? Entonces ¿qué se sacaba con aquel espectáculo? ¿Para qué aquellas acusaciones? ¿Podrían cambiar lo incambiable? Primero pensé que la ejecución pondría fin a una situación incalificable para cualquiera. Mas tarde por el contrario ¿qué sentido tendría privar de la vida a nadie sólo para salir del paso? cumplir un compromiso ¿con quién? ¿acaso la muerte de un reo que - en otros países - era objeto de las garantías que asisten a todos los de su clase, podría acallar los remordimientos de tantos a su alrededor? No, en realidad los multiplicaría. Cada ejecución agrababa el proceso, ahondaba insondablemente en su dramatismo. Por otro lado, luego de Grao y para escuchar idénticas diatribas ¿a quién le tocaría ocupar el mismo banquillo de los acusados?
No concurrí a su ejecución, cada mañana me bastaba con recoger las impresiones de los militares que residían en la fortaleza. Impresiones de malas noches. El caso fue sonado. Luis Ricardo Grao murió de pie. Los seis plomos disparados a la vez no lo pudieron derribar. Aquel estoicismo mostrado ante el tribunal parece que lo acompañó ante el paredón. Quizás debió tratarse de una personalidad capaz de asimilar por igual tanto la descarga de acusaciones y denuestos, como los balazos de los fusiles. Golpes morales y golpes físicos. Mientras las voces de mando dirigían el rastrillar, toma de puntería, y por fin ordenaron: fuego. Grao lo absorbía todo con absoluta pasividad. Ni pizca de temor ni prueba alguna de desafecto a los que le privaron de la existencia terrena. Parecía que el convencimiento de haber sido escogido como chivo expiatorio, excluía de responsabilidades a los que pusieron fin a sus días. Por ello sonada la descarga permaneció de pie, estático. Increíble. Para la historia que no se quiere prublicar. Grao ¿estaría contemplándolos después de concluir la ejecución, aun vivo o ya muerto? ¿Permanecería en este mundo o ya habría traspasado el umbral de la muerte? Tal vez esperaría calmo, pidiéndoles cuenta tanto a ellos como a los que se confabularon con aquel tormento. O quizás ya despojado del cuerpo, su alma flotando en el espacio contemplaba aun los hechos en dimensiones desconocidas; liberado ya de torturas y padecimientos. ¿A qué dimensión de la existencia se elevaría su alma? Por la otra acera, el efecto de su pasividad tuvo que ser imperecedero, al menos entre los tiradores de ojo más certero. ¿Pensarían que erraron los tiros? ¿Las balas no entraban? ¿Fue que ejecutaban a un hombre tan fuerte, física o mentalmente? Grao estuvo de pie por un tiempo como robado al minutero del reloj, nadie se movía, no se sabía qué hacer; hasta que presa de rabia, doloroso deber militar, o el querer apartar de una vez la presencia de un hombre que ha superado a la muerte, forzó al oficial a cargo de la ejecución a sacar la pistola y pegándosela a la sien disparar. Para que saltaran sangre y sesos envueltos en el humo de la pólvora.
IV
Grao no fue único. Casos insólitos fueron frecuentes. Lo inesperado aguarda en el tránsito de esta vida a la otra. En ese instante el tiempo se detiene, el paso es tan intenso que los testigos llegan a creer que han transcurrido horas, noches enteras. Las fallas al instante de abrir fuego contra un hombre pasivo son más comunes de lo calculado. No participamos en acto bélico. No falla la valentía, no es acto de coraje; es otra cosa. Excluyendo que la vida es don precioso y merecedor de respeto. En situación tal nadie puede predecir que resortes desconocidos pueden espolearnos. Se trata de quien no conoces y nada te ha hecho. Generalmente se espera que seis fusiles hagan blanco en los sitios cruciales pecho, cuello, la cabeza. Pero tanto por el examen posterior del cuerpo exánime, como porque de ordinario los tiros de gracia no obedecían a mera rutina, nos dábamos cuenta que a la hora de apretar el gatillo no era raro desviar la dirección del disparo, aun entre soldados profesionales. Si morir es siempre impredecible y único; matar no es menos único e impredecible. Ese segundo decisivo no se pude borrar del recuerdo, aunque se niegue. Al menos para el que le reste un mínimo de sensibilidad. Nadie sabe por donde puede surgir el sacudón de conciencia. En cualquier descuido todo pulso puede temblar ¿Qué imprevistos pueden emerger? Una muerte es indescriptible, no tiene gemela, adhiere impactos de tragedia y sus imponderables son imposibles de descalificar. El final de la vida terrestre encuadra un misterio perteneciente al alma que se desprende de la materia y se eleva rumbo al más allá. Tal es la violencia, vibraciones, humores que ponen fin al decursar ordinario de una vida. Me constan casos de fallos en el tiro de gracia. El oficial desvía la mirada, y o tambien el ejecutado, y el disparo resulta a sedal, ver al baleado consciente de lo sucedido asombra y provoca nuevas reacciones en cadena, otro disparo que da en el maxilar o el cuello, lo hace saltar en movimientos reflejos, crispaciones de manos, alaridos de dolor que arrastran nuevas vacilaciones y los gritos del pelotón; se horrorizan unos, otros quieren impartir órdenes, suplir el error. Se le desea la muerte al reo, maldiciones, su pervivencia los acusa, mientras aquél sigue agonizando tinto en sangre, tal vez pide clemencia.
La flojera de los miembros del pelotón se convirtió en inconveniente cada vez más patente. No sólo para la generalidad de los casos con la sentencia a cargo del tribunal; sino - excepcionalmente - por los vaivenes especiales con que se decidía la suerte de los acusados. Con sobrada frecuencia por tratarse de decisiones “de arriba, ” que en circunstancias, se le debió comunicar al procesado personalmente, ¿quién le pondría el cascabel al gato?
En la rutina y el transcurso de los días cada vez más intensos, el contratiempo mayor era la escasez de oficiales dispuestos a dirigir los pelotones. Tan renuentes como Máximo con frecuencia se contaron no escasos casos. Un hombre normal, dependiendo de su carácter y nervios prueba el trago de sangre una, dos veces… luego se perturba, el cargo lo atribula, reniega de sí mismo, se arrepiente, sufre…. No son conjeturas, no sabemos cuántos perdieron facultades mentales, parcial, totalmente . En más de una cabeza cupo preguntarse: “si no aparecen voluntarios dispuestos a todo, alguien tendrá que empuñar la pistola, ¿no te parece?” “¿Quién dices, el Che? Pues chico, que no se lo planteen, para él eso no es problema, acuérdate de Eutimio Guerra: le puso la pistola en la nuca y pun. Para darnos el ejemplo, mi hermano...”
Para estimular una mejor y eficiente prestación de estos servicios se determinó un aumento de cobranza que inicialmente había ascendido a quince pesos para los reclutas además de adquirir rango de combatiente. A los oficiales les correspondían veinticinco, y reconocimiento a su pericia conforme al menor número de tiros de gracia que tuvieran que propinar al ejecutado. No obstante el anuncio de la buena nueva no obtuvo la respuesta esperada. Los voluntarios seguían sin aparecer; excepto un oficial a quien siempre vi solitario, silencioso, ancho de espaldas y de espesa barba que le tapaba el cuello; al menos es la imagen que guardo. Se llamaba Herman Marks, oriundo de Estados Unidos, norteño, según se decía exconvicto y prófugo de la justicia en su país. Lo tuve muy cerca, en mesa contigua del comedor, nunca le quise hablar, y al parecer era comunicativo; eso se regaba. Lo señalaban como alguien que reunía cualidades nada despreciables y hasta con cierto agradecimiento dada su incondicional disposición a encarar deberes que otros eludían. Nunca olvidaré la noche en que tuvieron lugar siete cepillos. Según se dice Marks se mostraba jubiloso, eufórico, lo comentaba con todo el mundo. Fue la jornada más activa durante aquel período excepcional, pero no puedo precisar si los aumentos de honorarios ya habrían sido efectivos. De todas maneras esa noche Herman Marks estuvo de plácemes; al menos y por seguro cobró como mínimo $175.00.como honorarios por sus valiosos servicios a la revolución cubana. ****************
Aunque los reos de esta mal llamada revolución "bolivariana" son centenares, si no miles, hay diez que merecen ya un lugar especial en la historia de la desverguenza venezolana.
1. Hugo Chavez. El gran sembrador.... de odios. Ha entregado nuestra soberanía y nuestros recursos a tiranos y caudillos extranjeros. Es un traidor a la patria.
2. Jose Vicente Rangél. El gran celestino de la revolución, ese triste papel que que juega el intelectual invertebrado al servicio de un tirano ignorante.Y todo por codicia.
3. Rafael Ramírez. El gran destructor de PDVSA. Ahora, indiciado como contrabandista internacional de dinero. La antitesis del buen gerente.
4. Ramon Rodriguez Chacín. El nexo entre la podredumbre chavista y el narcotrafico terrorista de las FARC.
5. Adán Chávez. El adoctrinador/envenenador de nuestra juventud. Un crimen que se agiganta con cada dia que pasa.
6. Ali Rodriguez. El " mono" de la baraja chavista. Siempre listo para hacer cualquier cosa por la " causa", no importa cuán innoble.
7. Isaias Rodriguez. El simbolo de la desverguenza en la funcion pública. Artifice de la supercheria.
8. Tobias Nobrega. El padre de las notas estructuradas, el mecanismo más " eficiente" de corrupción del regimen.
9. Luis Miquilena. Nuestro Dr. Frankestein. Dio origen al monstruo.
10. Raúl Baduél. Su cobardia cuando ha debido actuar es solo comparable a su oportunismo posterior.
A todos les espera la ignominia, el descrédito y la maldición de las generaciones venezolanas por venir.
Pérez Roque, tras recibir la ayuda millonaria de Moratinos: "No se hagan ilusiones"
El régimen castrista ha arrojado un jarro de agua fría a la cara del Gobierno español. Mientras Moratinos anunciaba ayudas por valor de 24, 5 millones de euros, el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, advertía de que "nadie debe hacerse ilusiones" porque no habrá reformas que se salgan del marco de "la revolución". Ni hablar de liberar presos políticos porque "en mi país no hay nadie preso por pensar distinto". Aunque Moratinos anunció que Zapatero había aceptado la invitación para viajar a Cuba, minutos después el presidente del Gobierno decía que lo decidirá "en su momento",
L D (Agencias) Pérez Roque aseguró durante su visita oficial a Madrid que la dictadura castrista no hará reformas que se salgan del marco de la revolución y del socialismo, aunque ha mostrado el deseo de su país de buscar ámbitos de acuerdo con la UE. Pérez Roque, en una rueda de prensa con el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, tras la reunión mantenida entre ambos en el Palacio de Viana, ha dicho que nadie debe hacerse "ilusiones" de que su país va a "desertar" en su meta de construir una sociedad "justa, incluyente y cada vez más democrática y abierta".
Según Pérez Roque, la actual crisis aconseja a Cuba "no copiar" el modelo de capitalismo "especulativo y financiero" que predomina en la comunidad internacional. "Dios nos libre de intentar hacer en Cuba el sistema dictado de Wall Street. No queremos imitar. Reconocemos el derecho de cada país a hacer lo que considere. Reclamamos igual respeto para nosotros", ha señalado. Pérez Roque ha proseguido: "No nos gusta un sistema donde se corre, incluso, el fin de semana para salvar a los banqueros, pero no se corre a salvar a los hambrientos y a los pobres".
Moratinos –después de oír que la dictadura no piensa hacer la más mínima reforma– ha dicho, sin inmutarse, que el interés del Gobierno es seguir apoyando "todos los esfuerzos y reformas" que el régimen criminal cubano "quiera llevar a cabo", para lo que ha anunciado un plan de ayuda cifrado en 24,5 millones de euros destinado a la reconstrucción de zonas castigadas este verano por los huracanes "Gustav" e "Ike". Pérez Roque no ha hecho mención a la posibilidad de que haya siquiera excarcelaciones de presos en vísperas del comienzo del diálogo entre Cuba y la UE el próximo jueves en París, tras decir que en su país "no hay nadie preso por pensar distinto".
"En nuestro país, hay una enorme diversidad de opiniones y puntos de vista. Hay una dinámica discusión", ha aseverado el canciller, quien ha añadido que la única "cárcel dantesca" en territorio cubano es la base estadounidense de Guantánamo.
Moratinos siguó impasible y subrayó que la relación entre España y Cuba pasa por un momento de "normalidad" y es "positiva" y que los acuerdos que ambos países establecieron durante su viaje a La Habana en abril de 2007 se han ido desarrollando de "forma satisfactoria". En su opinión, hay progresos en Cuba después de la decisión de Fidel Castro de delegar el poder en su hermano Raúl y que esta mejoría se ha visto reflejada en el descenso del "número de presos en situación difícil" que había en la isla.
El ministro se ha inclinado por continuar apostando por "el diálogo, la confianza y el compromiso" como la mejor manera de avanzar juntos. Moratinos ha respondido así después de ser preguntado por las afirmaciones del secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, quien ha declarado hoy que los progresos políticos y económicos que está habiendo en Cuba son "claramente insuficientes".
El Rey, por su parte, ha recibido en el Palacio de la Zarzuela a Pérez Roque, con el que ha conversado en privado sobre las relaciones bilaterales y del comienzo del dialogo entre Cuba y la Unión Europea (UE).
Los próximos planes del régimen para consolidar su “PROCESO REVOLUCIONARIO CASTRO-CHAVISTA” .Me la hizo llegar una Fuente de Inteligencia Sumamente Confiable, que ocupa posición Privilegiada de muy Alto Nivel dentro del Gobierno. Se efectuó una reunión de muy alto nivel de PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA GUBERNAMENTAL, así la llaman. Sitio afueras de Caracas. Extrema seguridad. Varios anillos. Nadie con uniformes, ni los militares activos. Dos asesores extranjeros (Vice-Presidente Cubano y el Embajador de Cuba en Venezuela). Otro asesor: General de División (EJ) retirado catire que Usted conoce. Hora 10.15 PM. Ordenes de apagar celulares y radios y colocarlos en otra sala. Se toma el juramento de fidelidad. Después de muchas elucubraciones; discusiones fuertes; predominio del General de División (EJ) catire. Hasta chistes y programitas indecorosos; a eso de las 2 AM se leen las conclusiones concretamente por el General de División (EJ) retirado el catire. A fin de maximizar la consolidación del proceso revolucionario antes de la Elecciones de Gobernadores y Alcaldes del 23 de Noviembre del año 2008, quedan aprobadas las siguientes directrices a ser PLANIFICADAS, PROGRAMADAS e implementadas a partir de la presente fecha, con la premisa de contarse con los fondos monetarios necesarios producto de los altos precios del barril de petróleo Venezolano. Se llego a siguiente conclusiones:
1.- Continuar la activación de los batallones del Comando de la Reserva Militar en cada guarnición militar del país. Prioridad A: Mínimo un 50% De activación en cada guarnición militar para Julio del 2008 incluyendo Estudiantes mayores de 16 años de edad.
2.- Decretar, Reglamentar y Agilizar el desarrollo del Cuerpo de Policía Nacional adscrito al Ministerio de Interior y Justicia. Prioridad A: Mínimo un 75% de activación para Julio del 2008.
3.- Justificar, decretar y mantener, la desactivación-conversión de los Comandos Regionales y sus Unidades de la Guardia Nacional, Seleccionándose y transfiriéndose sus efectivos, con óptimos sueldos y Asignaciones, al Cuerpo de Policía Nacional. Prioridad A: hasta el 100 % De conversión en Octubre del 2008.
4.- Tomando como marco referencial de eficacia operacional y economía Presupuestaria, la pasada transferencia de las Unidades de Paracaidistas Que eran orgánicas de la Fuerza Aérea Venezolana y fueron transferidas al Ejército, se decretará que las Unidades de Infantería de Marina sean Transferidas orgánicamente al Ejército como complemento indispensable en Atención a nuevas tácticas militares dentro del concepto estratégico de Guerra asimétrica. Prioridad A: Hasta un 100 % de transferencia para el Segundo Semestre del 2008.
5.- Decretar y activar el Comando de Investigación y Desarrollo Nuclear en El Sector X del Estado Bolívar. Clasificación SECRETO con un mínimo del 50% de implementación para Agosto del 2008.
6.- Continuar con el apoyo logístico a los frentes irregulares aliados FARC y ELN del Sur-Este del país. Clasificación SECRETO.
7) Agilizar la ejecución del Plan Cienfuegos para la eliminación de la Autonomía universitaria a nivel nacional y Lideres Estudiantiles. Un 100 % de ejecución para Octubre Del 2008.
Intensificar la aplicación de la ley “RESORTE”. Permanente.
9) Incrementar las actividades de Guerra Sicológica a nivel nacional e Internacional fundamentadas en invasión de los Estados Unidos, Magnicidio, sabotaje a PDVSA, Explosivos, Conspiración y Traición a la Patria, Terrorismo Mediático, y otros.
10) Disposición fundamental e infalible es ganar las Elecciones de Gobernadores y Alcaldes del 23 de Noviembre del 2008 a como de lugar.
Con motivo de la Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que se desarrolla en Madrid, el canal de televisión Globovisión presentó un video en el que denuncia la falta de libertad de expresión en Venezuela.
El material audiovisual fue presentado en el marco de los debates de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, durante los cuales también se recordó con un minuto de silencio a los ocho periodistas que han fallecido en el ejercicio de su profesión desde que se celebró la última reunión de la SIP en Caracas, en marzo de este año.
En la reunión se están revisando los informes de cada país sobre los “atentados y agravios” que siguen sufriendo los profesionales de la comunicación a la hora de realizar su trabajo informativo.
El pago de la deuda externa: a vueltas con el embargo
Por Elías Amor Bravo Valencia | 04/10/2008
"El embargo priva a Cuba de 'recibir cuantiosos ingresos por exportaciones y bienes de servicios' y lo 'imposibilita' para 'asumir los pagos de su deuda externa'. Por ello, Cuba no puede asumir los pagos de su deuda externa debido al embargo de Estados Unidos", indica textualmente un artículo divulgado en La Habana por medios oficiales y enviado por correo electrónico a corresponsales extranjeros en la Isla, informó EFE.
Los argumentos no se sostienen, simplemente por la evidencia de los hechos.
La economía cubana es incapaz de producir lo que el mundo demanda. Además, sus necesidades internas no se pueden atender con la producción del país, por lo que debe recurrir al exterior. La combinación de estos dos factores sitúa a la economía cubana, con un modelo estalinista e intervencionista en proceso de descomposición, en un peligroso círculo vicioso cuya naturaleza, significado y consecuencias pueden ser evaluados en este trabajo.
¿Por qué la economía cubana no puede satisfacer las demandas de su población, con sus propios recursos? Porque el modelo de planificación centralizada, que suprime los derechos de propiedad y el mercado como elemento de asignación, no permite que los recursos existentes sean canalizados hacia los fines más adecuados. El régimen castrista, desde sus comienzos, cuando dilapidó en cuestión de meses el saldo positivo del comercio exterior, y las reservas del Banco central, por cierto bajo la dirección de ese "gran estadista" llamado Ernesto Guevara, ya se mostró como muy ineficiente en la aplicación de sus políticas económicas. El grupo de economistas cubanos prestigiosos, encabezado por Felipe Pazos, que contribuyó a elaborar la propuesta de modelo del "26 de julio", muy pronto comprendió que aquellos "revolucionarios" iban a poner la economía cubana patas arriba, y a destruir en poco tiempo su extraordinaria capacidad productiva.
(Mostradores vacíos en un mercado agropecuario en La Habana. (EFE))
Luego, la historia es bien conocida. La subvención soviética permitió al régimen concentrarse en sus proyectos belicistas e internacionalistas, y adormecer la fuerza transformadora de la sociedad civil, bajo un régimen de prohibiciones, racionamiento y escasez permanente. La pésima gestión de las finanzas públicas, los compromisos internacionales crecientes, la inadecuada aplicación de los beneficios obtenidos de una población educada y competente, han servido para que la economía cubana no pueda satisfacer con sus propios recursos las necesidades básicas de la población. Raúl Castro se ha entretenido recientemente en culpar a los trabajadores cubanos, que no tienen sindicatos libres que les defiendan, de su bajo nivel de compromiso y productividad, como si el régimen y sus instituciones políticas no fueran la única razón de esa actitud de desidia y desafección que existen en amplios sectores de la sociedad cubana.
Por otro lado, saber vender los productos y servicios en el exterior con rentabilidad, precisamente en aquellos países de América, Europa y Asia que, con la excepción de EEUU, han comerciado continuamente con la Isla, sin que el embargo haya supuesto inconveniente alguno, no resulta una tarea fácil para el régimen, porque existe un marcado desconocimiento de las técnicas comerciales, financieras y logísticas que caracterizan la economía global. El castrismo ha recurrido al "trueque" como instrumento comercial porque ese modelo fue el practicado durante décadas dentro del CAME, la agrupación creada por los países comunistas para sus relaciones de intercambio. Nada de comercio libre y abierto, en el que las reglas del juego son visibles y transparentes.
En tales condiciones, quién puede tener interés en adquirir productos y servicios cubanos. Ni siquiera el turismo consolida una posición competitiva a nivel internacional, por mucho que Manuel Marrero, viceministro del ramo, se empeñe en anunciar cifras imposibles de aumento del 13% para la actual temporada. Al final, níquel, cobre y maestros y médicos configuran los capítulos del comercio exterior, a cambio de petrodólares de Venezuela y las remesas que envían los exiliados a sus familiares, con los que se mantiene el modelo intervencionista y arcaico en la economía.
La deuda externa activa reconocida oficialmente por el régimen, de la que ha sido deducida la correspondiente al Club de Paris desde 2004, asciende según el Informe de CEPAL a 8.908 millones de dólares a finales de 2007, una cifra abultada, desproporcionada, y que representa 809 dólares por habitante, cuando el salario medio del país se sitúa en unos 18 dólares. Nada menos que 45 años necesita un cubano medio para poder pagar esa deuda herencia del régimen castrista. Lo peor de todo es que ni existen planes para su reducción o control, ni responsabilidad oficial alguna con relación a lo que supone como obstáculo al desarrollo económico y social del país. Es, sin duda, junto al envejecimiento de la población, uno de los grandes retos que esperan a la transición económica en el futuro.
Ahora las autoridades se preparan para un nuevo "salto" en las cifras de la deuda externa, como consecuencia de las reparaciones que exige la destrucción provocada por el paso de los huracanes. Las primeras estimaciones oficiales apuntan a daños por valor de 5.000 millones de dólares. En los mejores escenarios de productividad, las exportaciones medias cubanas no pasan de 3.000 millones de dólares al año, siendo el saldo de la balanza de servicios unos 7.900 millones de dólares. Cifras muy limitadas para un país que importa bienes por valor de 10.083 millones de dólares porque no posee capacidad para elaborarlos con los recursos propios. ¿Dónde está el embargo? El problema es de competitividad, de debilidad exterior, de falta de una adecuada definición de la posición que debe ocupar la economía cubana en el mundo.
El presidente Hugo Chávez afirmó hoy que en su país se está gestando “un nuevo sistema financiero”, basado en una alianza con sus socios estratégicos de Irán, Rusia y China, y que se lleva a cabo con el asesoramiento del líder cubano Fidel Castro.
Fotos: Efe
“Hemos estudiado esto con paciencia de relojero”, sostuvo Chávez al anunciar que está creando “un nuevo sistema financiero en Venezuela” para mantenerla a salvo de las turbulencias de los mercados.
“Quizás los llamemos ‘Casa de Valores Chávez-Ahmadinejad’, ‘Casa de Valores Chávez-Medvedev’ y ‘Casa de Valores Chávez-Hu Jintao’”, bromeó el presidente venezolano tras hacer el anuncio durante una visita de inspección a obras petroquímicas en el estado Carabobo, 100 km al suroeste de Caracas.
Irán, Rusia y China son considerados “aliados estratégicos” por el gobierno venezolano, quien mantiene un duro enfrentamiento con las autoridades de Estados Unidos, a quienes responsabiliza de la actual crisis internacional.
Sin dar mayores detalles de cómo sería la nueva estructura financiera planeada para Venezuela, Chávez informó que el proyecto cuenta con el asesoramiento del veterano líder cubano Fidel Castro, quien se encuentra alejado del poder desde hace dos años por razones de salud.
“Me asesora Fidel, mi padre político”, dijo el jefe de Estado venezolano, tras añadir que el revolucionario cubano le “manda cartas casi todos los días, orientándome, abriéndome los ojos” sobre la evolución de la crisis mundial y cómo evitar ser víctima de sus efectos.
El Estado venezolano no ha sido copado por la revolución sino por las mafias. Afirmación no desmentida porque existan bolivarianos, filomarxistas de uña en el rabo, en cargos claves. Allí está el Presidente, cuya presencia testimonia cómo se pueden mezclar militares y zurdos, para producir coroneles leninistas, a los que se les puede coger cría para exhibirlos en el nostálgico circo de las revoluciones imposibles. Sin embargo, debajo de los jefes, de los que aparecen en primer plano y muestran sus galones, existe una estructura mafiosa que es la que ha atrapado el control. Esta estructura es instrumento privilegiado de los bolivarianos de alcurnia, para ejercer, en propiedad, el poder. Lo de Miami no pasaría de ser una anécdota de bribones si no fuera porque es la revelación, hasta para un sector del chavismo, de cómo se bate el cobre y de dónde son los cantantes.
Las mafias
Lo que padece el país en ningún caso es algo que tenga parentesco con una revolución. No ha sido un proceso madurado por sectores sociales progresistas, sino el resultado de una conjura de militares y civiles conspiradores, herederos de la derrota de la lucha armada de los 60. Esta alianza no ha sido ni es portadora de los intereses de clases sociales progresistas, sino de los grupos que intentaron, sangrientamente, el asalto al poder y que aprovecharon la oportunidad que les brindaron unas élites acobardadas y ciegas. No hay, en este bochinche, asaltos al Cuartel Moncada como cuando Fidel arriesgó su propia vida, sino intentos de golpes en los que el pellejo lo arriesgaron los jovencísimos soldados que Chávez mandó a la muerte desde el Museo Militar; no hay Granma ni Sierra Maestra, sino un presidente que se disfraza de guerrillero heroico y cuyo uniforme no tiene una gota de sudor exprimido en el combate, sino el inconfundible aroma de sastrería de lujo. Tampoco hay Bahía Cochinos, sino el espejismo de una invasión del imperio y una mustia respuesta a Colombia, como fue el envío de diez batallones a la frontera, que se quedaron atracados en La Cortada del Guayabo. Ni pensar una crisis como la de los misiles potencialmente nucleares que la Unión Soviética llevó a Cuba, sino en el tristón espectáculo de visitas protocolares de aviones y barcos rusos a Venezuela, más para producirle piquiña a oficiales de tercera categoría del Comando Sur que para representar aquella jugada temible que puso al mundo al borde la guerra nuclear. No hay revolución alguna; no la hubo y ya no la puede haber.
Sin un proyecto de contenido social transformador, lo que se ha producido es la sustitución de unas élites por otras, pero con una característica que a los bolivarianos les ha resultado letal: no han construido instituciones y las que mal que bien había, han sido desmanteladas. El Estado, en estas condiciones, no puede operar, no puede hacer aquellas cosas que le son propias. Es así como han aparecido legiones de facilitadores espontáneos que, a falta de empresarios de tradición vinculados al aparato público (lo cual no es que haya sido saludable, ¡ojo!), lo que han surgido son redes mafiosas que facilitan o trancan el acceso al Estado y por tal función obtienen los contratos, hacen las negociaciones, colocan los papeles, importan y exportan, y les guardan “lo suyo” a los bolivarianos para cuando la necesidad se imponga, en un futuro que se muestra amenazante y cercano.
El melancólico juicio de Miami es la tomografía del sistema creado. Rafael Ramírez no representa ninguna revolución sino exactamente su imposibilidad; no representa lo nuevo, sino lo más siniestro de lo viejo; un personaje que en vez de ser el zar del petróleo, es lastimoso operador de trasiegos y depredaciones de recursos.
La Policía
Un Estado manejado por mafias económicas, financieras y burocráticas, tiene un poder precario alquilado e inestable, que se vuelve oneroso porque no hay nada más inflacionario que la rapiña de los recién llegados: son insaciables. No hay suficiente para mantener un proceso a punta de maletines. En ese instante es cuando aparece el rol de la seguridad del Estado en lo que tiene de parecido con la doctrina de seguridad nacional, que tanto sirvió a la represión en el continente.
El Estado se ha convertido progresivamente en un Estado policial. Ninguna ley se respeta si entra en contradicción con ese diseño. Las grabaciones telefónicas realizadas a la luz del día, sin punición posible aun siendo ilegales, son un poderosísimo instrumento para “marcar” al enemigo. Es una señal -así como las copias de los pasaportes en migración o su anulación como en el caso de Sonntag- para que los disidentes sepan que están en la nueva lista de Chávez. El Estado policial espía, anota, levanta expedientes, forja pruebas y acusa. Se le echa a andar con lentitud, porque es pesado, y le cuesta tomar su velocidad de crucero. Así se mantiene, pero cuando le toca agarrar la bajada, al incrementarse el deterioro, también se acelera su mueca policial. Véase esa circulación obscena entre parlamentarios y policías, de videos y grabaciones; el Estado policial ya ha logrado que parlamentarios y periodistas a su servicio se conviertan en voceros de la Disip y DIM. Nada de periodismo de investigación, nada de la vieja labor reporteril, sólo el esqueleto pavoroso e inflado de periodistas convertidos en sapos, voceando amañados informes de la policía.
El Estado policial no descubre nada, no investiga nada, sólo intenta acumular pruebas para condenar a los enemigos políticos. Es una máquina de forjamiento que ha logrado el milagro de convertir antiguos luchadores de la izquierda en aventajados sapos bolivarianos. Supuestos revolucionarios que claman por cárcel para los adversarios; defensores -eso se creía- de los derechos humanos, salivando de regusto cuando exigen represión.
Los militares
El Estado también se ha militarizado. No es un gobierno militar en el cual la institución armada ejerce el poder (como con Pérez Jiménez) sino militarizado, porque los valores de la peor tradición de las autocracias militares se han impuesto, y los oficiales que han asaltado las posiciones civiles han llevado tales concepciones a sus cargos. En este engranaje se origina el miedo que corre en -y corroe a- la administración pública. Un Estado militarizado, paradójicamente, deja de lado a oficiales institucionalistas que lo son porque saben que su misión no es dirigir al Estado ni ocupar posiciones de gobierno.
Que un sector intelectualmente poco elaborado, sin conocimiento de la historia, sin luchas que los hayan madurado, esté disfrutando del poder como un botín, se entiende; ha ocurrido muchas veces en estos pagos. Sin embargo, que un grupo de militantes de izquierda, con cierta tradición, con alguna sofisticación intelectual, lo haga, evidencia el grado extremo de la pudrición.
Oficiales de la bolsa mercantil y de futuros en Sao Paulo, el pasado viernes, cuando los indicadores se vinieron al suelo.
Amedida que la crisis financiera de Estados Unidos cobraba auge, el presidente de Brasil se mostraba desdeñoso, casi alegre, con respecto a los problemas del norte.
''¿Cuál crisis?'' dijo Luiz Inácio Lula da Silva, cuando le preguntaron el mes pasado acerca de la turbulencia financiera. ``Vayan a preguntarle a Bush al respecto''.
Al igual que varios países de América Latina, Brasil ha estado ostentando su confianza, surgida de un deliberado esfuerzo por reducir la dependencia política y económica de Estados Unidos. Pero este lunes, poco después de que el Congreso estadounidense rechazara un rescate financiero por $700,000 millones, Lula marcó un tono muy diferente, diciendo en su mensaje semanal por radio que Brasil, después de todo, no era inmune a los males que se extendían.
''Una crisis con recesión, en un país como Estados Unidos'', explicó a los brasileños, ``puede traer problemas para todos los países''.
En tan sólo unos cuantos días, presidentes latinoamericanos han pasado del regodeo ante la mala fortuna ajena, al temor. A pesar de un firme crecimiento económico en esta década y algunos esfuerzos decisivos por salir de la órbita estadounidense, se percibe nerviosismo respecto a que América Latina, una vez más, no pueda escapar de las conexiones globalizadas en el sector financiero que corren a través de Estados Unidos.
Después de lo que al parecer fue el regodeo en la caída de Lehman Brothers, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, pasó de largo la Asamblea General de Naciones Unidas efectuada la semana pasada, optando más bien por una visita a China y diciendo que Beijing ahora tenía mucha mayor relevancia que Nueva York.
No obstante, para este martes, después de que el mercado accionario registrara una caída de casi 778 puntos en Estados Unidos, arrastrando consigo a bolsas latinoamericanas, Nueva York y Wall Street en particular, nuevamente habían cobrado relevancia, al tiempo que Chávez, en una reunión cumbre en Brasil, dijo que la crisis financiera tendría la fuerza de ``cien huracanes''.
Los sacudones de los mercados globales ya están teniendo un efecto a lo largo de América Latina. A medida que nerviosos inversionistas retiraron dinero de mercados emergentes, la divisa brasileña, el real, registró una caída de 16 por ciento contra el dólar, dando como resultado pérdidas por cientos de millones de dólares entre grandes exportadores de alimentos y pulpa de eucalipto.
En México, el descenso en las remesas provenientes de Estados Unidos también son fuente de inquietud, al tiempo que el Secretario de Hacienda y Crédito Público, Agustín Carstens, advirtió que el dinero enviado a casa desde el otro lado de la frontera norte podría mostrar un descenso de $2,800 millones, el 8 por ciento, en este año. En Venezuela, una caída en el valor de bonos del país en las últimas dos semanas refleja temores con respecto a la reducción de los precios del petróleo, particularmente debido a que Estados Unidos sigue siendo, por mucho, el mayor comprador de crudo venezolano, pese al deterioro de las relaciones entre ambos países.
El tema, comentan economistas, se relaciona en buena medida con el acceso al crédito, lo cual es necesario para mantener en funcionamiento las economías de América Latina, orientadas a la exportación.
''La contracción del crédito y las limitaciones de liquidez que estamos viendo van a afectarle a todo el mundo'', dijo Alfredo Coutino, prominente economista en Moody's, la agencia de clasificaciones de crédito. ``Eso significa que el costo para empresas latinoamericanas, en particular las que necesitan fondos externos, va a ser mayor''.
La declinación en precios de mercaderías también podría obstaculizar el crecimiento en países como Argentina y Ecuador, al tiempo que el efecto sicológico de una baja en Estados Unidos ya está teniendo reverberaciones a lo largo
de mercados accionarios en América Latina. Eso podría conducir a una reducción
del gasto familiar, el cual
ha impulsado buena parte del crecimiento reciente
en la economía de Brasil,
en particular, destacaron economistas.
Algunos gobiernos también están vinculados directamente a las instituciones estadounidenses que han ridiculizado, como en Venezuela, donde el gobierno ha perdido aproximadamente $300 millones en inversiones relacionadas con Lehman.
Ricardo Sanguino, director del comité de finanzas de la Asamblea Nacional de Venezuela, dijo que las pérdidas eran menores si se comparaban con las reservas del Banco Central, que ascienden a más de $30,000 millones, y con decisiones previas de cambiar una parte de esas reservas a oro, sacándolas de bancos de inversión en Estados Unidos y llevándolas a bancos suizos.
''La crisis nos afecta porque no somos una economía completamente cerrada, pero el impacto no será desastroso'', dijo Sanguino.
Con la mayor disciplina fiscal, algunos países han
erigido fondos de estabilización que deberían ayudarles a atemperar las consecuencias del caos en Wall Street, dijeron economistas. El gobierno de Brasil ya le dio instrucciones a su Banco Nacional deDesarrollo (BNDES), para que extienda $2,500 millones en créditos a exportadores agrícolas para la siguiente cosecha, a fin de prevenir una desaceleración considerable.
Otros países en la región pudieran enfrentar más complicaciones. Antes de la
crisis, la inversión exterior ya había bajado en Bolivia
y Ecuador, donde los gobiernos, rebosantes de ingresos antes que los precios de
mercaderías empezaran
a declinar, habían nacionalizado empresas extranjeras, chocando con algunas multinacionales.
Argentina, aún bajo el peso de la deuda, ahorró mucho menos que Brasil o Chile durante su expansión económica. Ahora, enfrenta un descenso en los precios de mercancías, particularmente en semilla de soya, su principal exportación, y tendrá menor flexibilidad para inyectarle dinero a sus industrias, dijeron analistas. En semanas recientes, el gobierno argentino, percatándose de que pudiera no alcanzar objetivos fiscales, se ha concentrado en inversionistas internacionales para ganar nuevos fondos, y se ha apoyado en Venezuela para refinanciar miles de millones de dólares en deudas. Pero con el descenso de los precios del petróleo, Venezuela pudiera imponerle condiciones más estrictas sobre los préstamos a la Argentina.
Incluso antes del sobrecalentamiento de Wall Street, el tendón de Aquiles de la región -- alta inflación -- estaba apareciendo en varios países, notablemente en Venezuela, Bolivia y Argentina. Los economistas habían estado advirtiendo desde hacía meses que si Argentina no podía controlar la creciente inflación, podría dirigirse a su propia crisis financiera.
Para algunos países, una perspectiva reconfortante en la tempestad podría ser China, que se ha convertido en un fuerte socio para la exportación latinoamericana de soya, petróleo y otros productos. Si el crecimiento de China se mantiene robusto, el país asiático seguirá apoyándose en Brasil y Argentina con respecto a este cultivo. El mes pasado, en un viaje a China para firmar un acuerdo enfocado a triplicar las exportaciones petroleras a este país, Chávez podría terminar reduciendo la dependencia de su país en el mercado estadounidense.
''El mundo nunca será el mismo después de esta crisis'', declaró Chávez ante reporteros en Brasil. ``Tiene que surgir un nuevo mundo, y es un mundo multipolar. Nos estamos desacoplando del vagón de la muerte''.
Otros presidentes, como Lula, han pasado de mostrarse desdeñosos hacia la crisis a sentirse claramente enojados con Wall Street y Washington.
''Nosotros hicimos lo que se suponía que hiciéramos para poner en orden nuestra casa'', declaró un enojado Lula este lunes. ``Pasaron años diciéndonos qué hacer y ellos mismos no lo hicieron''.
Domingo 5 de octubre de 2008 | Publicado en edición impresa
El viernes se extenuaba en una tarde de grisura. ¿Es cierto que renuncia Graciela Ocaña?, desespera un diputado kirchnerista. La respuesta nunca es categórica. La gente cree más en lo que dice Antonini Wilson en Miami que en las réplicas del gobierno argentino, asegura un encuestador independiente. Los bloques oficialistas están más cerca de la oposición que de los Kirchner. Conseguir los votos para cada proyecto resulta ahora una hazaña, se resigna un ministro con acceso directo al matrimonio presidencial. La Argentina sentirá a partir de marzo los efectos de la crisis mundial , pronostica un renombrado economista. Ya no hay amor entre el peronismo y el Gobierno , concluye un legislador. ¿Lo hubo alguna vez?
El Gobierno ha perdido algo más que el amor de un partido que nunca se detuvo en tales efusiones. Perdió a la mayoría de la sociedad y, encima, estallan bajo sus pies resonantes hechos de supuesta corrupción. Esas denuncias alejan aún más a la sociedad en tiempos de penuria. La imagen positiva de los Kirchner ronda sólo el 25 por ciento en el segundo cordón del Gran Buenos Aires, el lugar donde reinaron con mediciones de más del 70 por ciento. Ya no quieren medir la opinión en los centros urbanos, porque ahí las cosas están aún peores.
Tales ocasos repercuten en la política práctica: sólo una agónica llamada telefónica de Néstor Kirchner al díscolo Mario Das Neves le permitió contar los votos de los senadores chubutenses para sacar el nuevo régimen jubilatorio. El proyecto estuvo a centímetros del rechazo.
Ocaña, ministra de Salud, escribió un párrafo único en la historia: comenzó los trámites necesarios para denunciar por calumnias e injurias a un subordinado. El subalterno es Héctor Capaccioli, encargado de los vastos recursos de las obras sociales y responsable de la recaudación de la campaña presidencial de Cristina Kirchner. Se lo vinculó al empresario de medicamentos Sebastián Forza, acribillado a balazos por presuntos sicarios del narcotráfico, y generoso aportante de dinero para la campaña de la Presidenta. Capaccioli lanzó un agravio contra Ocaña cuando dijo públicamente que le preguntaran a la ministra sobre Forza. Dio también un salto al vacío: no será él quien ponga en duda el honor de Ocaña.
Alberto Fernández era el padrino político de los dos, de Ocaña y de Capaccioli. Ahora es un trapecista que va de un lado al otro. Sigue hablando con Ocaña y le pidió a Kirchner, en su reciente reunión en Olivos, que no someta a la ministra a la indisciplina de un subalterno. También habla con Capaccioli; a éste le reclamó que le pusiera un punto final al conflicto. Kirchner vacila: No puedo desplazar a un funcionario al que están vinculando con el narcotráfico , se resiste.
Hugo Moyano se metió en el alboroto. No lo quiere a Capaccioli porque no le gusta cómo reparte los fondos de las obras sociales. Ocaña se acercó al líder cegetista sólo para proponerle un sistema de compra de medicamentos más barato. Estoy con usted. Las cosas baratas nos convienen , le contestó Moyano. Ocaña no le contó sus desvelos, pero Moyano intuyó que podía hacer un aporte a la trifulca.
Ocaña no se quedará en el gabinete para proteger a funcionarios a los que no les tiene confianza moral. Usted no puede poner en riesgo su capital político , le aconsejó a la ministra un funcionario de otro paraje. Un momento , lo paró Ocaña. Un capital es algo que se obtiene y que se puede perder. Yo no hago de honesta. Soy honesta , le aclaró. La renuncia de Ocaña por esos motivos y en este momento sería letal para el Gobierno , alertó un kirchnerista. La renuncia de la ministra no se puede descartar.
Alberto Fernández cree que es necesaria la continuidad de Ocaña y confía en la honestidad de Capaccioli. Las dos cosas parecen ya incompatibles. La Presidenta rodea a la ministra de afectos públicos, pero en Olivos la convencen de que la política tiene sus laberintos. No me gustan los laberintos oscuros de la política , suele subrayar Ocaña.
El juez Daniel Petrone, que investiga en la Argentina la valija de Antonini Wilson, tiene 36 años, seis meses de juez y ya quiere ascender a camarista. Su ambición en la carrera judicial tiene la velocidad del sonido. Su ascenso quedará entonces en manos del Consejo de la Magistratura, que controlan con mano férrea los kirchneristas Carlos Kunkel y Diana Conti. Petrone ya declaró la falta de mérito para Claudio Uberti en la causa sobre el misterioso viaje que unió Caracas con Buenos Aires. A Uberti le faltan méritos, en efecto, pero tiene antecedentes suficientes como para enfrentar una severa investigación judicial.
La Cámara en lo Penal Económico está analizando ahora aquella resolución aparentemente tan rápida y próvida de Petrone. Es cierto que la decisión del juez se tomó en otro contexto, cuando todavía las lenguas fáciles de Miami no habían comenzado a moverse. La Cámara deberá decidir, en primer lugar, si el delito fue contrabando o lavado de dinero. Las penas por contrabando son mucho mayores que las de lavado. Deberá decidir también si mentir es un delito. Antonini Wilson dijo que traía libros en una valija atiborrada de dólares, que es lo único que leyó en su vida. La justicia argentina no consideró nunca la mentira como un delito, pero se refirió siempre a aviones inocentes con un mentiroso a bordo.
Los jueces tendrán que pronunciarse, por último, sobre la participación real de Uberti en el trasiego de dinero espurio. El eventual delito de contrabando promovido por un funcionario, que tiene penas mucho mayores, podría terminar con el otrora influyente operador de Kirchner en la cárcel. Importa lo que resolverá la Cámara, pero importa también la acción permanente y cotidiana del juez.
Puede suceder aquello o puede repetirse el caso Skanska, en el que directamente no pasa nada. Esa es, tal vez, la investigación más profunda sobre hechos de corrupción en la administración pública. La denuncia de sobreprecios fue implícitamente hecha por la misma empresa concesionaria de la obra. Ahora, de vez en cuando, algún magistrado llama a todos los involucrados para someterlos al trámite burocrático de que ratifiquen o rectifiquen lo que ya dijeron en todos los idiomas. Punto. Tras el estrépito inicial, la investigación quedó tan parada como el gasoducto cuestionado. Ni culpables ni obras.
Sólo la inexperiencia de Sergio Massa lo llevó a aceptar repreguntas en la Cámara de Diputados sobre Antonini Wilson y sobre el Indec. La oposición no lo dejó respirar. Agustín Rossi, jefe de los kirchneristas, debió denostar a Raúl Alfonsín para conseguir lo que quería: que la reunión se terminara de una buena vez. Una respuesta más de Massa y el bloque oficialista estallaba o se pasaba a la oposición , relató un legislador. El contraste no pudo ser peor: Rossi vapuleaba a Alfonsín en el Congreso, mientras el ex presidente radical le sacaba a Cristina Kirchner en la Casa de Gobierno el mejor discurso que ha dicho como presidenta.
Algunos radicales le están proponiendo a Julio Cobos que el año próximo renuncie a la vicepresidencia para presentarse como candidato a senador por Mendoza. En 2011, lo seducen, podría ser candidato a gobernador de su provincia o a presidente. Cobos prefirió pedirle públicamente a Julio De Vido que cuente lo que sabe sobre Antonini Wilson, sobre Caracas y sobre Uberti. No se irá de la vicepresidencia, aunque deba vivir a pan y agua. De hecho, acaba de vivir en Miami de la beneficencia porque no le dieron los viáticos que le corresponden. La comitiva de los Kirchner, en cambio, gastó dólares hasta cansarse durante una semana innecesaria en Nueva York.
La economía se apaga antes de que lleguen los coletazos del mundo. El campo está como Cobos: sufre la venganza por la derrota que le propinó a los Kirchner. El combate rural ha comenzado de nuevo. Una era ha terminado en el mundo, pero otra era concluyó en la Argentina , decía un ministro en ese viernes ya lánguido.