McCain debe votar NO al plan intervencionista
28 de Septiembre de 2008 - 21:54:18 - Alberto Acereda
Llevamos ya una semana escuchando el apocalíptico discurso lanzado desde
La última hazaña del Gran Gobierno, y particularmente de Paulson, ha sido el monstruoso plan intervencionista que le ha encasquetado a George W. Bush -cada día más despistado- con el apoyo del Congreso, cuyas dos cámaras están desde hace dos años en manos de la sectaria mayoría Demócrata. Hace una semana ya escribimos sobre el error
Poco han tardado algunos visionarios en dar por muerto al capitalismo e intentar mostrar las virtudes
Contra lo que se ha escrito, justo es reconocer que el tan criticado viaje de McCain a Washington el pasado jueves antes del debate sirvió para incluir en las negociaciones a quienes se oponían a ese plan inicial de Paulson y a quienes tenían serios inconvenientes para apoyarlo. Lo que McCain logró fue pedir a todos los grupos en el Congreso la reconsideración de esa errada propuesta inicial de Paulson. Aquel plan inicial perdió su forma original y fue revisado durante el fin de semana gracias a las exigencias de un grupo de congresistas conservadores ubicados en el Partido Republicano que hablaron claro y que han sido los únicos en denunciar públicamente la monstruosidad de ese intervencionismo gubernamental y el error de firmar un cheque en blanco a Paulson. Con todo, y estando en minoría, los conservadores liderados por Roy Blunt no han podido hacer por ahora demasiado frente a la mayoría proteccionista de Harry Reid, Nancy Pelosi y los amigos Demócratas. Aun así, los conservadores han dejado claro que el problema de esta crisis financiera no radica en el liberalismo económico capitalista, sino en las excesivas regulaciones proteccionistas impuestas desde
El nuevo plan, todavía insuficiente, se presenta a estas horas
No nos cansaremos de insistir que esta situación financiera fue anunciada y denunciada ya desde hace tiempo por el conservadurismo fiscal norteamericano y que es consecuencia de las numerosas y ridículas regulaciones que, con el consentimiento de la mayorías Demócratas y con el lastre de muchos Republicanos de sangre azul, han estado minando vergonzosamente el erario público. Las hemerotecas no engañan y hoy sabemos ya que muchos de esos senadores que protegieron a compañías fraudulentas como Fannie Mae y Freddie Mac incluían a políticos Demócratas como el propio Barack Obama, Hillary Clinton, Christopher Dodd, Barney Frank, Chuck Schumer y otros tantos peces gordos del zoo político norteamericano más antiliberal. Obama, sin ir más lejos, obtuvo de Fannie Mae y Freddie Mac más de 125.000 dólares en contribuciones a su campaña, sólo detrás de lo recibido por Chris Dodd -el senador Demócrata que paradójicamente preside el Comité de Bancos del Senado-, quien recibió 165.000 dólares. Mientras todo esto estaba ocurriendo, hace ya tres años y medio McCain alertó de estos graves escándalos financieros en Fannie Mae al patrocinar en el Senado la proposición de ley S. 190 junto a otros dos senadores republicanos. Aquel proyecto de ley no tuvo nunca el apoyo necesario para poder aprobarse.
También sabemos ya que desde el año 2001 hasta la propia Casa Blanca, con Bush a la cabeza, intentó hasta un total de diecisiete veces arreglar los problemas de estas agencias gubernamentales, sin recibir jamás el apoyo de los Demócratas, tal y como se comprueba en los documentos oficiales entregados por la Casa Blanca. Hasta el diario The New York Times informó del serio intento de Bush, ya en septiembre de 2003, de arreglar el desaguisado de la agencia Fannie Mae -fuente de muchos de los actuales problemas financieros-, así como de la oposición que Bush encontró entre los Demócratas y el bloqueo de éstos al plan para acabar con las prácticas fraudulentas de dichas agencias. Contamos, en fin, hasta con vídeos donde el Demócrata Barnie Frank -hoy presidente de un importante comité financieros en el Senado- afirmaba por entonces de la imposibilidad de que hubiera una crisis económica resultante de esas agencias,
En resumen, detrás de todo esto y más allá de las crisis financieras innatas en lo que es el desarrollo natural del libre mercado, cada vez resulta más claro que nos encontramos ante una turba de caóticos políticos apoltronados en Washington, quienes en uno y otro bando están haciendo un flaco favor a la ciudadanía. Lo más desafortunado es que los mismos zorros que se han ido comiendo las gallinas de los huevos de oro en estos años pasados a costa de los contribuyentes son ahora quienes siguen estando encargados de organizar el nuevo gallinero que propone este plan. En clave electoral, ahí es donde John McCain puede y debe marcar la diferencia demostrando realmente su talante reformista y votando contra este vergonzoso plan. Hacerlo, claro está, es un riesgo político de cara a la elección de noviembre, pero sería lo necesario y lo justo para Estados Unidos. Además de ello, dejaría claro a la ciudadanía que la presidencia de McCain no significaría un tercer mandato de Bush como insiste demagógicamente la campaña de Obama.
Comentarios (1)
Por supuesto que están en juego los principios del conservadurismo-liberal y el giro hacia la socialdemocracia pero en estas dos últimas semanas he visto un McCain débil. ¿Por qué no he escuchado al candidato republicano recordar todo aquello que aquí nos ha expuesto D. Alberto?
Soy pesimista, la crisis se va a llevar por delante a McCain; si vota en contra, mal y si vota a favor, peor. Y para que no se diga, voy a mojarme; McCain votará a favor del plan escudándose en el pequeño lavado de cara hecho al texto inicial. Él y sus asesores de campaña necesitarán toda la mano izquierda posible para que al final no acabe siendo criticado por unos y otros. En ese caso, deberá darle las gracias a George W. Bush.
http://julioborja.blogspot.com