"Venezuela no tendría un solo motivo de queja ni una razón para inventarla. Podía entrar, como entraron, todos los helicópteros que pidió, con emblemas o sin emblemas de la Cruz Roja. Podía disponer de combustible, pasearse a sus anchas por cualquier punto de nuestra geografía, comunicarse como le pareciera con sus amigos secuestradores, crecer o reducir el grupo de los observadores internacionales. Nada le quedaba restringido, nada prohibido, nada limitado. En suma, todo lo contrario de lo que imaginaba el histrión mayor cuando propuso semejante enormidad. Era tan agresiva su postura, tan descomedida, tan humillante, que jamás sería aceptada. Y lo fue. No quedaba espacio sino para el éxito fulgurante o para el ridículo. Por desventura ganó lo segundo. El tahúr quedó atrapado en sus propias mallas para incautos."
Noticias24 :: Actualidad » Fustiga a Hugo Chávez por jugar con el dolor de los familiares de los rehenes