Opinión
Aguntin Blanco Muñoz
ND/El Universal
¡Venecuba no pierde elecciones!
Varios lectores nos piden volver sobre el 02D-07. Algunos creen que aún existen rendijas democráticas aprovechables. Ante este reparo reiteramos lo que hemos sostenido de muchas maneras: este régimen, con un aparato electoral totalmente controlado, no pierde ni perderá elecciones.
Sus triunfos están asegurados incluso por aquellas "oposiciones" que, contribuyen a mantener con vida un barniz de democracia, que les sirve para justificar "movilizaciones" que en muchas oportunidades tienen el sello del acuerdo cómplice, capaz de producir beneficios-privilegios.
Y es por ello que "la revolución" aumenta cada vez más su espacio-dimensión. Cuenta con un universo que no se deslinda de las posiciones gubernamentales. Allí están también muchos de quienes, aún en Venecuba, mantienen esperanzas, por confusión y hasta desesperación, en una salida constitucional, democrática y pacífica.
Y al lado, están "los radicales" para quienes lo planteado se circunscribe a derrotar este régimen en el menor tiempo posible, para lo cual llaman a tomar la calle y no regresar hasta que no se produzca el resultado deseado.
Estos grupos carecen de la ascendencia indispensable y de la fuerza-organización necesaria para emprender una lucha con posibilidades de victoria, en una confrontación con las huestes gubernamentales.
El contingente de la tarifa y el fanatismo cuentan con el apoyo de la maquinaria violenta del Estado, que no vacilará en "defenderse" desde esta posición.
Sin embargo, algunos piensan que aquí todavía se celebran elecciones con observadores internacionales, testigos de mesas, representantes en el CNE y que por ello, se debe acudir masivamente a votar por el "No" y disponerse a protestar en caso de que "se nos robe el voto". En este caso se produciría una sublevación fundamentada en el despojo de un voto emitido y habría razón para el reclamo. Pero ésta no existiría si no votamos.
A esto respondemos que en Venecuba, no hay ni habrá elecciones limpias y transparentes.
Y lo de salir a la calle a defender el robo de un voto no se ha visto en ninguna de las ediciones pasadas. ¿Qué hace pensar que ahora sí se hará? ¿Qué significa a este respecto el discurso del señor Rosales admitiendo que el 03D-06 perdió en limpios, transparentes y ejemplares comicios?
Lo que a estas alturas parece importante es hacer votos por la no aplicación de la violencia como forma de lucha para el logro de una u otra fórmula política. Y es necesario repetirlo: aquí el único aparato que está hoy preparado para ejercer la violencia es el gubernamental.
Y no se trata de llamar a la sumisión sino a emprender el camino que signifique la creación de nuevas políticas para hacerle frente a la tradicional y hasta ahora efectiva violencia.
Tal vez sea la hora de proceder a juntar y organizar las fuerzas, creación y acción de un colectivo que está llamado a hacer la historia que marque el camino de otro amanecer.
Este régimen ha hecho gala permanente de un discurso que habla de una "revolución pacífica", que dejará de serlo si surgen fuerzas que se opongan a sus designios.
Las palabras del GP en los noventa, son contundentes: ...'Nada que intente superar ese modelo de democracia liberal, que para nosotros ya murió, puede provenir de elecciones."... dice en Habla el Comandante. (Caracas, Edics de la Cátedra Pío Tamayo de la UCV, 1998, p.168).
Y Jesús Urdaneta Hernández refiere lo que le habría confesado su amigo de entonces: Compadre, nos pusieron una bombita al dejarnos llegar al poder por la vía electoral. Ahora tendrán que sacarnos a plomo (ABM, El comandante irreductible. Caracas, Edics de la Cátedra Pío Tamayo de la UCV, 2002, p.264).
La vía del voto sólo sirve para la trampa. Y ante la actual coyuntura, el GP parece aspirar que se cree una situación de violencia que le permita sacar su maquinaria-aplanadora, puesta y dispuesta para aniquilar 'la oligarquía pro-imperio' y dar el ejemplo necesario.
Esto permitiría quitar del camino una buena cantidad de obstáculos y hacer una limpieza de mucho provecho para "el proceso".
Hoy se registra en este ex país, en esta Venecuba, protestas por todos lados por la inseguridad, la escasez, la reforma impuesta. A esto se suma el malestar en una parte de las FAN que la pueden llevar al plano de la conspiración, la acción estudiantil y el malestar interno por las imposiciones del GP.
El régimen no tiene un completo control de lo que fue su partido FAN, al cual quiere ahora convertir en milicias ni tiene un verdadero dominio sobre la militancia. De allí que se lance desaforadamente a impulsar la creación de su partido socialista único y bolivariano.
Pero lo cierto es que en este momento el GP no tiene partido militar, partido político ni acaba de concluir la creación de su constitución y sus leyes para levantar sobre ellas la República Integrada de Venecuba.
Ante este cuadro de crisis interna, rebatiña desatada, corrupción desaforada, contradicciones acrecentadas, una "victoria electoral" para la supuesta implantación del "socialismo" vendría sin duda a convertirse en un bálsamo y una vía más expedita aún para la realización de un proyecto que, a estas horas, va mucho más allá de Venecuba.
Detrás de esta "radicalización" a la que se ha visto obligado el GP, están los intereses de muchos actores internacionales que han encontrado en este ex país una fuente interminable de riquezas y una posición geopolítica inmejorable para sus propios y perversos propósitos. Para ellos Venecuba no es una prenda que soltarán con facilidad.
Hoy esos intereses pretenden recuperar poderes, expandiendo un concepto de "revolución" que para nada toma en cuenta al colectivo. Por el contrario, proceden a su más repudiable y criminal utilización y devastación para hacer prevalecer las fuerzas imperiales y sus planes hegemónicos.
A cambio de esto sustentan este régimen que es la máxima expresión de un Estado delincuente, autoritario y criminal. Y para darle continuidad es que el GP requiere que esta democracia mentirosa y perversa, le dé el sello definitivo al fraude de su "socialismo siglo XXI".
Por ello, el triunfo electoral de Venecuba el 02D-07, hasta esta hora está plenamente asegurado. El CNE ya levantó el acta. Sólo faltan las firmas y los sellos. ¡Las trampas "democráticas-revolucionarias" ya están consumadas!
Aguntin Blanco Muñoz
ND/El Universal
¡Venecuba no pierde elecciones!
Varios lectores nos piden volver sobre el 02D-07. Algunos creen que aún existen rendijas democráticas aprovechables. Ante este reparo reiteramos lo que hemos sostenido de muchas maneras: este régimen, con un aparato electoral totalmente controlado, no pierde ni perderá elecciones.
Sus triunfos están asegurados incluso por aquellas "oposiciones" que, contribuyen a mantener con vida un barniz de democracia, que les sirve para justificar "movilizaciones" que en muchas oportunidades tienen el sello del acuerdo cómplice, capaz de producir beneficios-privilegios.
Y es por ello que "la revolución" aumenta cada vez más su espacio-dimensión. Cuenta con un universo que no se deslinda de las posiciones gubernamentales. Allí están también muchos de quienes, aún en Venecuba, mantienen esperanzas, por confusión y hasta desesperación, en una salida constitucional, democrática y pacífica.
Y al lado, están "los radicales" para quienes lo planteado se circunscribe a derrotar este régimen en el menor tiempo posible, para lo cual llaman a tomar la calle y no regresar hasta que no se produzca el resultado deseado.
Estos grupos carecen de la ascendencia indispensable y de la fuerza-organización necesaria para emprender una lucha con posibilidades de victoria, en una confrontación con las huestes gubernamentales.
El contingente de la tarifa y el fanatismo cuentan con el apoyo de la maquinaria violenta del Estado, que no vacilará en "defenderse" desde esta posición.
Sin embargo, algunos piensan que aquí todavía se celebran elecciones con observadores internacionales, testigos de mesas, representantes en el CNE y que por ello, se debe acudir masivamente a votar por el "No" y disponerse a protestar en caso de que "se nos robe el voto". En este caso se produciría una sublevación fundamentada en el despojo de un voto emitido y habría razón para el reclamo. Pero ésta no existiría si no votamos.
A esto respondemos que en Venecuba, no hay ni habrá elecciones limpias y transparentes.
Y lo de salir a la calle a defender el robo de un voto no se ha visto en ninguna de las ediciones pasadas. ¿Qué hace pensar que ahora sí se hará? ¿Qué significa a este respecto el discurso del señor Rosales admitiendo que el 03D-06 perdió en limpios, transparentes y ejemplares comicios?
Lo que a estas alturas parece importante es hacer votos por la no aplicación de la violencia como forma de lucha para el logro de una u otra fórmula política. Y es necesario repetirlo: aquí el único aparato que está hoy preparado para ejercer la violencia es el gubernamental.
Y no se trata de llamar a la sumisión sino a emprender el camino que signifique la creación de nuevas políticas para hacerle frente a la tradicional y hasta ahora efectiva violencia.
Tal vez sea la hora de proceder a juntar y organizar las fuerzas, creación y acción de un colectivo que está llamado a hacer la historia que marque el camino de otro amanecer.
Este régimen ha hecho gala permanente de un discurso que habla de una "revolución pacífica", que dejará de serlo si surgen fuerzas que se opongan a sus designios.
Las palabras del GP en los noventa, son contundentes: ...'Nada que intente superar ese modelo de democracia liberal, que para nosotros ya murió, puede provenir de elecciones."... dice en Habla el Comandante. (Caracas, Edics de la Cátedra Pío Tamayo de la UCV, 1998, p.168).
Y Jesús Urdaneta Hernández refiere lo que le habría confesado su amigo de entonces: Compadre, nos pusieron una bombita al dejarnos llegar al poder por la vía electoral. Ahora tendrán que sacarnos a plomo (ABM, El comandante irreductible. Caracas, Edics de la Cátedra Pío Tamayo de la UCV, 2002, p.264).
La vía del voto sólo sirve para la trampa. Y ante la actual coyuntura, el GP parece aspirar que se cree una situación de violencia que le permita sacar su maquinaria-aplanadora, puesta y dispuesta para aniquilar 'la oligarquía pro-imperio' y dar el ejemplo necesario.
Esto permitiría quitar del camino una buena cantidad de obstáculos y hacer una limpieza de mucho provecho para "el proceso".
Hoy se registra en este ex país, en esta Venecuba, protestas por todos lados por la inseguridad, la escasez, la reforma impuesta. A esto se suma el malestar en una parte de las FAN que la pueden llevar al plano de la conspiración, la acción estudiantil y el malestar interno por las imposiciones del GP.
El régimen no tiene un completo control de lo que fue su partido FAN, al cual quiere ahora convertir en milicias ni tiene un verdadero dominio sobre la militancia. De allí que se lance desaforadamente a impulsar la creación de su partido socialista único y bolivariano.
Pero lo cierto es que en este momento el GP no tiene partido militar, partido político ni acaba de concluir la creación de su constitución y sus leyes para levantar sobre ellas la República Integrada de Venecuba.
Ante este cuadro de crisis interna, rebatiña desatada, corrupción desaforada, contradicciones acrecentadas, una "victoria electoral" para la supuesta implantación del "socialismo" vendría sin duda a convertirse en un bálsamo y una vía más expedita aún para la realización de un proyecto que, a estas horas, va mucho más allá de Venecuba.
Detrás de esta "radicalización" a la que se ha visto obligado el GP, están los intereses de muchos actores internacionales que han encontrado en este ex país una fuente interminable de riquezas y una posición geopolítica inmejorable para sus propios y perversos propósitos. Para ellos Venecuba no es una prenda que soltarán con facilidad.
Hoy esos intereses pretenden recuperar poderes, expandiendo un concepto de "revolución" que para nada toma en cuenta al colectivo. Por el contrario, proceden a su más repudiable y criminal utilización y devastación para hacer prevalecer las fuerzas imperiales y sus planes hegemónicos.
A cambio de esto sustentan este régimen que es la máxima expresión de un Estado delincuente, autoritario y criminal. Y para darle continuidad es que el GP requiere que esta democracia mentirosa y perversa, le dé el sello definitivo al fraude de su "socialismo siglo XXI".
Por ello, el triunfo electoral de Venecuba el 02D-07, hasta esta hora está plenamente asegurado. El CNE ya levantó el acta. Sólo faltan las firmas y los sellos. ¡Las trampas "democráticas-revolucionarias" ya están consumadas!
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