Por FRANK BAJAK
The Associated Press
"La orden del presidente fue: rescatarlos, sí, pero sin derramar ni una gota de sangre", señaló un general del ejército colombiano directamente involucrado en la misión pero que pidió guardar el anonimato por no estar autorizado a divulgar detalles.
El general indicó que un desertor de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) estuvo de acuerdo con encabezar la operación. El desertor gozaba de la confianza del Secretariado de las FARC y del liderazgo del Primer Frente, que tenía en su poder a los rehenes.
"Las comunicaciones de las FARC son medievales", indicó Padilla, quien añadió que la línea de mando y control está tan disminuida que incluso envían mensajes importantes por medio de mensajeros.